El estrés genera hábitos poco saludables que pueden terminar derivando en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, y pueden tener como consecuencia un aumento temporal de la presión arterial.

"Ante una reacción estresante, el cuerpo produce una elevación de ciertas hormonas. Estas hormonas aumentan temporalmente la presión arterial, producen taquicardia y generan que los vasos sanguíneos se estrechen", señaló Miguel Schiavone, jefe de Hipertensión Arterial del Servicio de Cardiología del Hospital Británico de la ciudad de Buenos Aires.

La hipertensión arterial se produce por el aumento sostenido en el tiempo, de la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias.

La presión arterial por encima (mmHg), lo que se conoce comúnmente como 14/9, es considerada hipertensión.

Según el último Registro Nacional de Hipertensión Arterial (RENATA-2, realizado en 2016), el 36,3% de la población adulta en nuestro país presenta niveles altos de presión arterial. Y de acuerdo a la Federación Argentina de Cardiología (FAC), en la Argentina sólo 1 de cada 4 está diagnosticado, tratado y adecuadamente controlado.

Si bien hasta el momento no hay evidencia suficiente para afirmar que el estrés por sí solo causa hipertensión arterial a largo plazo, lo que sí se ha demostrado es que el estrés genera hábitos poco saludables que pueden terminar derivando en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.

"Muchas personas buscan canalizar el estrés a través de hábitos nocivos como fumar, aumentar la ingesta de bebidas alcohólicas, aumentar la ingesta de grasas y comidas con sal. Este estrés, en muchos casos, se ve asociado a estados de ansiedad, depresión y aislamiento social, lo que en general lleva a una disminución de la actividad física y los momentos de recreación. Todo lo mencionado deriva, a largo plazo, en un aumento de la presión arterial de forma sostenida", detalló el especialista del Hospital Británico.

Por último, Schiavone enumeró algunos consejos para controlar el estrés y las emociones y prevenir la posibilidad de sufrir hipertensión arterial en el futuro: 

1 Simplificar la agenda 

La descarga adrenérgica producida genera palpitaciones o aumento de la presión arterial. Por ello, si se siente apurado, lo recomendable es tomarse unos minutos para revisar la lista de tareas y comenzar a priorizar las realmente importantes.

2 Respirar para relajarse

Hacer respiraciones profundas y lentas puede ayudar a disminuir el estrés, disminuir las palpitaciones y la presión arterial.

3 Hacer actividad física

La actividad física es una forma natural de combatir el estrés.

4 Yoga, reiki, meditación o mindfulness

Estas técnicas fortalecen el cuerpo y ayudan a relajarse. Asimismo, pueden reducir la presión arterial sistólica en 5 milímetros de mercurio (mm Hg) o más.

5 Dormir

La falta de sueño puede hacer que los problemas parezcan peores de lo que realmente son y, por otro lado, un correcto descanso permite al cuerpo metabolizar situaciones vividas durante el día.

6 Cambiar la perspectiva de los problemas

Reconocer los sentimientos acerca de la situación vivida y luego concentrarse en encontrar soluciones.

"Estos consejos no son mutuamente excluyentes y cada persona deberá evaluar cuál es la mejor solución en su caso. Lo importante es que cada persona elija la estrategia que más le guste y que la ponga en práctica", concluyó Schiavone.

CONTROLES Y MEDICACIÓN

Tres de cada diez personas adultas tienen hipertensión arterial en la Argentina, la primera causa de muerte prematura y discapacidad en el país y el mundo, por lo que especialistas remarcan la importancia de incorporar hábitos saludables, mantener los controles y la medicación.

"La hipertensión arterial sigue siendo la primera causa de muerte prematura en Argentina y en el mundo", dijo Marcos Marín, presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA).

En la Argentina "mueren por año aproximadamente 100.000 personas por enfermedades cardiovasculares y se estima que un tercio de estas muertes obedecen a que su presión no estuvo bien controlada", precisó Marín.

El médico cardiólogo hizo hincapié en que las muertes prematuras por hipertensión se deben a tres factores: porque es una enfermedad prevalente, donde "el 40% de la población mayor de 18 años es hipertensa", en segundo lugar, "provoca mucho daño", ya que es la primera causa de accidente cerebrovascular (ACV) y la segunda causa de infarto e insuficiencia renal. Y en tercer lugar, "tiene bajo grado de control", señaló Marín.

El presidente de SAHA advirtió que el problema es que dentro del 40% de personas que no saben que son hipertensos, algunas no tienen acceso al sistema de salud, por eso se han promovido en el país iniciativas como "Hearts" liderada por la Organización Mundial de la Salud en el mundo y la Organización Panamericana de la Salud para mejorar la prevención y el control de enfermedades cardiovasculares, y fomentar hábitos saludables.

Sin embargo, indicó que "el paciente que tiene acceso no es adherente, le tiene más miedo a la medicación que a la presión".

Con respecto a los factores de riesgo, el Ministerio de Salud de la Nación indica: la predisposición hereditaria, la edad (mayores de 60 años), obesidad, consumo excesivo de sal y de alcohol, tabaquismo y la falta de actividad física.