Pero más aún es que en dos campañas idénticas el sistema de salud, ya que el año anterior también se hizo una, pudo equipar con elementos de última generación.

En esta oportunidad son tres cascos de ventilación para anexar a los equipos de respiración artificial y también 85 escafandras para el personal de enfermería.

"La iniciativa nació el año pasado cuando se pudo comprar el respirador artificial. Comenzamos con nuestros propios contactos pero se fue sumando gente, hubo un efecto multiplicador y en pocos días se juntó el dinero para adquirirlo. En esta oportunidad nació de manera similar, cuando vimos al periodista Sergio Lapegüe… empezamos a averiguar si era factible y viendo el costo de cada casco empezamos a averiguar. Arrancamos el viernes de la semana anterior y hasta ahora juntamos más de 500 mil pesos", sintetizó Lucrecia Iparraguirre, integrante del grupo de vecinos autoconvocados.

"Se gastaron 300 mil pesos para los cascos y la idea es comprar 85 escafandras para todos los enfermeros que trabajan en el sistema sanitario", detalló sobre el fin de la iniciativa. "Estamos tratando de llegar, si la gente nos ayuda, a comprar once escafandras para los médicos", agregó.

"La idea fue convocar a la gente y no podemos creer la reacción. Cada gente se adaptó a lo que podía y fue algo súper positivo", cerró Iparraguirre.

"Este equipamiento es fundamental porque sirve para que aquel paciente que requiere mayor concentración de oxígeno pueda ser asistido sin necesidad de ser intubado pero que a la vez la máscara nasal no le es suficiente. Este es un equipamiento no invasivo que trabaja con presión continua para concentrar el oxígeno sin necesidad de ingresarlo al respirador", valoró el doctor Domingo Cárceles.

Las virtudes del casco

"El casco se adapta al equipo central del respirador. Por una manguera se le envía oxígeno a alta presión y por otro se filtra, sale y no contamina el medio", describió el doctor Domingo Cárceles.

El director del Hospital Dr. Mariano Etchegaray explicó además que "se utiliza en la terapia porque se conecta al respirador y evita que la persona sea intubada. Es un sistema de ventilación no invasivo; el paciente no es sedado y utiliza su propia mecánica para respirar".

"El casco de ventilación permite darle una chance más al paciente antes de ingresar al respirador. En el caso de la intubación el porcentaje de sobrevida es menor y el riesgo de lesiones es mayor", comentaron los especialistas.

El riesgo del coronavirus

En los últimos reportes epidemiológicos que ha hecho el gobierno nacional se ha hecho especial hincapié en el nivel crítico de la ocupación de las camas UTI y el nivel de sobrevida de los pacientes afectados con Covid-19.

Al respecto los especialistas de La Madrid detallaron que es "una patología es difícil de ventilar, genera una lesión muy importante en los pulmones".

"Siempre tuvo este nivel de riesgo pero ocurre que ahora se hace énfasis porque cada vez más gente necesita estar intubada. Ventilar un paciente lleva más días de recuperación. Además hay que tener en cuenta las patologías de base que tiene y la edad", apuntaron más tarde.