Alrededor de las 3 de la mañana de ayer dos policías del área de Control Urbano se acercaron al kiosco 24/7 luego de que les advirtieran que una persona había llamado al número de emergencias para alertar que allí habían ingresado a robar. De acuerdo a lo que refirieron fuentes oficiales a este Diario, al arribar al comercio los agentes vieron desde el exterior que el vidrio de una de las puertas de acceso había sido completamente destrozado, y en el interior había mercadería revuelta.

Desde la puerta los policías dieron aviso de su presencia, y, según se refirió, desde el fondo del comercio se acercó un joven, quien les respondió: "No me hagan nada, me la mandé". Rápidamente los agentes ingresaron al local y el delincuente fue reducido y esposado, accionar en el que el ladrón no habría prestado ningún tipo de resistencia.

Luego de que dieran con un testigo hábil, requisaron al hombre de 22 años, y encontraron que en los bolsillos de su campera tenía varias tabletas de chicle, estuches de cigarrillos de varias marcas, encendedores y otros artículos. Para ese momento habían arribado ya más agentes policiales de Control Urbano y del Comando de Patrullas Olavarría (CPO), quienes trasladaron al aprehendido para realizar el precario médico y posteriormente quedó alojado en la sede de la comisaría Primera.

Cigarrillos

y golosinas

En tanto, los efectivos realizaron una inspección ocular por el sector y visibilizaron en una esquina ubicada frente al kiosco, que debajo de un árbol había una caja, una bolsa y una lata de 20 de litros que en su interior contenían gran cantidad de artículos que, se presume, pertenecían al comercio y habían sido dejados en ese lugar preparados para ser retirados por el ladrón.

De acuerdo con lo que se detalló, en este sector había un monitor y un teclado de la una computadora, un scanner de código de barras, 68 encendedores, 265 paquetes de cigarrillos de distinta marca, varios paquetes de tabaco, además de chocolates, alfajores, desodorantes, latas de cerveza, helados y otras golosinas, máquinas de afeitar, auriculares, dos alfombras de automóvil, entre otros.

Poco más tarde llegó al sector el propietario del kiosco, quien reconoció que tanto las pertenencias que tenía el ladrón entre sus prendas de vestir como la mercadería que había dejado enfrente del comercio se encontraban ubicados en las góndolas de exhibición del kiosco.

Fuentes consultadas por este Diario refirieron que el comercio contaba con cámaras de seguridad, a través de las que se registró que la única persona que ingresó a robar ayer por la madrugada fue el hombre de 22 años que fue sorprendido por los policías mientras el robo estaba en proceso.

Un par de horas más tarde de que el ladrón fuera aprehendido se acercó hasta el sector personal policial de la subdelegación de Policía Científica Olavarría, quienes llevaron adelante las pericias correspondientes en el lugar. Ayer por la madrugada se notificó además a los funcionarios de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 4, y se espera que en el transcurso de las próximas horas el delincuente sea trasladado a la sede del Poder Judicial para la audiencia de defensa del imputado que encabezará la fiscal María Paula Serrano. Las actuaciones de manera inicial fueron caratuladas como "robo in fraganti delito".