El fatídico incidente ocurrió durante la madrugada, cuando un buque portacontenedores chocó contra el puente Francis Scott Key, provocando su colapso sobre varios vehículos que transitaban por él. A pesar de los esfuerzos de rescate, seis trabajadores quedaron desaparecidos y, tras horas de búsqueda, las autoridades los declararon fallecidos.

El buque implicado en el accidente fue identificado como el Dali, una embarcación de 300 metros de longitud y capacidad para transportar 10,000 contenedores. Este navío, que partió de China con destino a Sri Lanka el pasado 13 de marzo, pertenece a la compañía danesa Maersk y opera una de sus líneas de navegación.

Según los informes, el Dali inició su viaje hacia mar abierto tras abandonar el puerto de Baltimore alrededor de la 1:26 a.m. Sin embargo, momentos después, el buque desvió su rumbo hacia uno de los pilares del puente Francis Scott Key, culminando en un violento impacto que llevó al colapso de la estructura.

Las autoridades han declarado el estado de emergencia en la zona mientras continúan las labores de búsqueda y rescate. El incidente ha dejado una honda conmoción, especialmente entre la comunidad latina, ya que los seis trabajadores desaparecidos procedían de El Salvador, Guatemala, Honduras y México.

Las investigaciones sobre las causas exactas del accidente están en curso. Aunque se especula sobre posibles fallos mecánicos o errores humanos, aún no se ha determinado la causa precisa del desvió del buque hacia el puente.

El trágico suceso ha generado preocupación no solo por las pérdidas humanas, sino también por las consecuencias logísticas y económicas. El puerto de Baltimore, uno de los más importantes de la costa este de EE.UU., ha quedado parcialmente incomunicado, lo que podría ocasionar importantes retrasos y costos adicionales para los importadores y exportadores estadounidenses.

Mientras tanto, la empresa propietaria del buque, Synergy Group, ha asegurado estar cooperando plenamente con las autoridades y ha movilizado un equipo de respuesta para abordar la situación.

El choque del buque contra el puente de Baltimore no solo ha dejado un devastador saldo de víctimas y daños materiales, sino que también ha puesto de manifiesto la fragilidad de la infraestructura y la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en las vías marítimas y terrestres.