Según lo anunciado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, la fragata rusa Almirante Gorshkov, el petrolero Pashin, el remolcador de salvamento Nikolai Chiker y el submarino Kazán se espera que lleguen el 12 de junio y permanezcan en Cuba durante una semana. El comunicado del ejército cubano enfatizó que esta visita se enmarca en las relaciones "amistosas" entre ambos países y cumple con el derecho internacional, asegurando que ninguno de los barcos transporta armas nucleares, lo que no representa una amenaza para la región. Sin embargo, funcionarios estadounidenses han expresado su preocupación por estos ejercicios militares, que incluirán una mayor actividad naval y aérea cerca de Estados Unidos, siendo el primer ejercicio aéreo y marítimo coordinado por Rusia en el Hemisferio Occidental en cinco años. 

Aunque se ha confirmado que el submarino Kazán es de propulsión nuclear, se ha evaluado que no porta armas nucleares y no representa una amenaza directa para la seguridad nacional de Estados Unidos. El gobierno cubano, por su parte, ha destacado actividades "culturales" durante la estadía de los marinos rusos en La Habana, incluyendo visitas de cortesía y recorridos por lugares de interés histórico y cultural.