Malik Sefrioui, heredero del imperio inmobiliario de su padre en Marruecos, ha hecho una jugosa inversión en Miami Beach al adquirir una opulenta residencia en Hibiscus Island por la exorbitante suma de $15.375 millones. Este movimiento refleja la creciente tendencia de los mega-ricos que buscan establecerse en la lujosa comunidad costera, impulsada en parte por los cambios socioeconómicos provocados por la pandemia.

La casa, ubicada en 394 S. Hibiscus Dr., cuenta con seis dormitorios, siete baños, una piscina y un muelle privado, ocupando casi medio acre de terreno con vistas panorámicas a la Bahía de Biscayne, Palm Island y el perfil urbano de Miami. Sefrioui, vicepresidente de la empresa cementera Ciments de l’Atlas en Casablanca, es hijo de Anas Sefrioui, cuyo patrimonio neto alcanza los $1,100 millones, según la revista Forbes.

Hibiscus Island ha emergido como un codiciado enclave para la élite global, compitiendo con otras islas vecinas como Star y Fisher. Su proximidad al Viaducto MacArthur la hace especialmente atractiva para magnates y celebridades en busca de privacidad y exclusividad. Ana Bozovic, fundadora de Analytics Miami, destaca que Miami Beach ahora se encuentra en el escenario mundial como un destino de alta gama, atrayendo no solo a sudamericanos y neoyorquinos, sino también a una clientela internacional diversa.

La propiedad adquirida por Sefrioui es un ejemplo más de la creciente demanda de propiedades exclusivas en Miami Beach. Con un aumento del 37% sobre su precio de venta anterior en 2021, esta compra demuestra la alta valoración de las residencias frente al mar en la zona. La tendencia de demolición y reconstrucción de viviendas antiguas también está en alza, con propietarios como Sefrioui planeando construir nuevas estructuras que maximicen el valor del terreno y ofrezcan comodidades modernas.

La historia de Hibiscus Island refleja la evolución de Miami Beach, desde su creación artificial en 1924 hasta su transformación en un refugio exclusivo para familias adineradas y celebridades de renombre mundial. La isla, que alguna vez fue un lugar de vacaciones invernales para la élite industrial, ahora es un símbolo de opulencia y exclusividad, atrae a emprendedores y familias adineradas que buscan disfrutar de la buena vida en una ubicación privilegiada.

Con esta adquisición, Malik Sefrioui se une a una lista creciente de magnates internacionales que están dejando su huella en Miami Beach, consolidando aún más la reputación de la ciudad como uno de los destinos más exclusivos del mundo para la inversión inmobiliaria de lujo.