Estrés hídrico en Argentina: Pérdidas en la siembra de trigo y maíz
Los buenos registros recibidos, principalmente sobre el este del área agrícola, se contraponen con la situación climática en las demás regiones, donde la falta de agua predispone al deterioro del cultivo. Es así que se proyectan 600.000 toneladas menos. Esta situación de estrés hídrico pone en alerta también siembras de maíces.
Hace un mes se señalaba un horizonte productivo en torno a 15,6 Mt. Pero el mes de setiembre inició con lluvias para el centro y este del país, y no cambió el escenario de sequía sostenida en el NOA, la mayor parte de Córdoba, La Pampa, el centro y norte de Santa Fe y el oeste de Buenos Aires.
Esta situación se suma a la faltante extrema de agua en el oeste tras la feroz sequía del verano y un otoño que privilegió solo la franja este con un importante pulso de agua a fines de mayo. Ese escenario de escasez determinó una nueva caída de siembra, lo que sitúa al ciclo 2023/24 como la siembra más baja de los últimos 8 ciclos trigueros de argentina.
Es así que desde la BCR estiman que más de 1,7 M ha trigo —el 32% del trigo sembrado— está en condiciones regulares a malas. Con un área sembrada de 5,4 M ha y esta nueva estimación de 15,0 Mt, Argentina produciría un 30 % más de trigo que en el fatídico ciclo pasado. De esta manera, sería la cuarta producción más baja de las últimas 10 campañas si no se produce un cambio drástico en las condiciones en lo que resta de setiembre y octubre.
Las recientes lluvias no alcanzan para torcer el rumbo de la campaña de trigoCon estas lluvias acotadas, el trigo cumple con sus etapas de macollaje, encañazón y espigazón, por lo que el déficit hídrico se agrava en el norte y oeste del país. El reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario señala que los lotes de trigo de la provincia de Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, centro y norte de Santa Fe y norte de la Pampa y oeste de Buenos Aires son los más afectados. Se estiman en Córdoba que hay 400.000 ha en condiciones regulares a malas de las 600.000 sembradas.
En Chaco hubo algunos milímetros la semana pasada; fueron muy dispersos con valores de 15 a 20 mm. Pero hubo zonas sin precipitaciones y casos puntuales, como en Pinedo, con 90 mm. Con lotes de trigo en espigazón, floración y llenado, el estado es muy dispar y desmejorado. El miércoles 12, el famoso soplete, viento norte y temperaturas de 37°C, terminaba de ajustar a la baja las expectativas de cosecha por debajo de los 15 qq/ha. De seguir así, el ciclo va acortarse y estarían cosechando en un mes.
En Santiago del Estero, los escasos milímetros llegan tarde y no son suficientes. Estiman rindes entre 10 a 20 qq/ha y el estado avanzado del cultivo ya no daría más oportunidades de cambios. En el sur de Santa Fe, el trigo experimenta una notable mejoría, pero del norte de Rosario para arriba siguen muy preocupados por la falta de agua.
En Entre Ríos son optimistas. A pesar de que hay un 16% regular y un 1 % malo de trigo, el SIBER de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos estima un trigo de 28 a 30 qq/ha. El norte y este de Buenos Aires sigue en carrera para buenos a muy buenos rindes. En el bastión triguero, el sudeste bonaerense, las amplias zonas productivas de Tandil y Tres Arroyos, sin problemas por excesos de agua, el trigo tiene posibilidades de alcanzar rindes muy buenos a excelentes en este año.
Para las zonas afectadas por la sequía y que aún están a tiempo de revertir la situación, el comportamiento de las lluvias de los próximos 30 días será determinante para evitar que las pérdidas se incrementen.
Alerta para el maíz: hay importantes factores que pueden disminuir su intención de siembraSin cambios, por ahora, para el nuevo ciclo de maíz, se proyecta que cubra 8,5 M ha, el mismo hectareaje del año pasado. De esta manera, se espera una producción que ronde 56 Mt vs 34 Mt de la campaña pasada. Este cálculo contempla un escenario normal y tiene en cuenta que 7 M ha serían cultivadas para grano.Factores negativos pueden pasar numerosas hectáreas de maíz a soja—Lluvias: se espera que “El Niño” empiece a actuar de manera activa sobre la región pampeana en octubre, dejando entre un 30 a 50% más de agua, sobre todo en la franja este del país. Pero para el maíz va a ser un factor determinante que las lluvias se reactiven en la 1ra mitad de octubre. Si lo hacen, y dejan al menos 50 mm, darán tiempo y posibilidades de sembrar en forma temprana, o sea en setiembre. Sino, ante la posibilidad de tener que retrasar la siembra hasta diciembre (siembras tardías), muchos productores podrían volcarse a soja para disponer de ingresos mucho antes que con una cosecha de maíz tardío.
—Alcanzar rindes que dejen márgenes positivos en trigo: también esto está ligado a la posibilidad de lluvias que lleguen próximamente y en cantidad suficiente para mejorar las posibilidades productivas del cereal de invierno. Esto es muy importante para asumir la fertilización y los insumos que faltan para afrontar la fuerte inversión que requiere el maíz.
—Crecientes costos maiceros y mejores márgenes de soja: en estos últimos dos meses se incrementaron notablemente fertilizantes e insumos. Por otro lado, hubo una mejora considerable de los márgenes de soja en esta última semana. Esto es algo que hay que seguir y que puede alterar negativamente los planes de siembra maicera de este ciclo 2023/24.
La soja se consolida en 17 M haPor ahora, sin subas, el número de intención sojera continúa en 17 M ha. Con un millón de hectáreas, un 6,2%, más que en la 2022/23 y un escenario normal de clima, Argentina podría producir aproximadamente 48 Mt de soja contra los 20 Mt del ciclo anterior.