Franco Chiodi: "Los recursos humanos serán claves para afrontar un contexto de inestabilidad"
El profesional ya tiene más de veinte años en la Facultad de Ingeniería de Olavarría y su palabra es totalmente autorizada y escuchada. Afirma que para toda la industria nacional ve un panorama muy complejo desde lo macro. Luego de su paso por la Universidad de Montana, Estados Unidos, trajo más ideas y dijo que "el mundo laboral necesita mayor velocidad de respuesta en la formación del trabajador".
La Facultad de Ingeniería de Olavarría cuenta con una carrera especialmente pensada para atender la demanda de la industria. La carrera se llama Ingeniería industrial, y ya acredita más de 20 años de historia en esa casa de estudios.
El ingeniero Franco Chiodi dirige el Departamento de Ingeniería Industrial, un rol que lo mantiene siempre cerca de la realidad del contexto. Recién llegado de una enriquecedora experiencia en la Universidad de Montana, Estados Unidos, comparte en esta nota sus miradas acerca de la industria en la zona y el papel que le cabe a la universidad para atravesar escenarios complejos.
En un contexto de economía volátil, con alta inflación y un dólar complicado, ¿qué escenario advierte para la industria?
Pensando en la industria de la región tenemos, como en toda la industria nacional, un panorama complejo, diría muy complejo desde lo macro. Básicamente se puede resumir en inestabilidad e incertidumbre. Es lo que pasa en Argentina, donde no hay un marco de estabilidad, de continuidad. Esto refiere tanto a políticas en general como a políticas industriales en particular.
¿Advierte alguna singularidad para la industria de la región?
Sí, Olavarría muestra características diferenciales en relación con otras regiones similares. Esto es porque tenemos, por un lado, una gran actividad industrial orientado al sector de la construcción, que de alguna manera se convierte en promotor del desarrollo. Entiendo que desde ahí pueden surgir algunos signos de recuperación para la zona. Y hay, por otro lado, un sector de empresas de servicios que acompaña al anterior y, consecuentemente, va a recibir los beneficios de esa recuperación y es posible que muestre señales de crecimiento. Nuestra región se caracteriza, asimismo, por un diverso y heterogéneo grupo de empresas pymes, que son generadoras de empleo en la región. Ahora enfrentan el enorme desafío de operar en este contexto. Sin embargo, entiendo que disponen de características como flexibilidad y adaptabilidad, eso les va a ayudar a enfrentar el entorno dinámico en el que interactúan.
Si tuviera que dar los tips del momento para las pymes, ¿a qué le apuntaría?
Creo que uno de los grandes desafíos que tienen las pymes de la región pasa por sostener su talento, su recurso humano. Hoy estamos teniendo algunas posiciones no cubiertas y ahí hay un problema. La industria hoy necesita avanzar significativamente hacia la digitalización, hacia la automatización. Y las empresas no siempre cuentan con los suficientes recursos humanos con competencias profesionales para acompañar esas transformaciones, y ahí entiendo que es donde se juega el rol de las empresas, pero especialmente las pymes, para retener a su personal formado. Creo que es la manera de hacer frente no solo a la evolución que describía sino también a los contextos de incertidumbre.
¿Cómo percibe la capacidad estructural de las pymes locales?
Claramente hay cuestiones estructurales por mejorar y que son históricas. Me refiero a la productividad, a la eficiencia de sus procesos. También veo en mi contacto con las empresas que hay un enorme campo de oportunidad en la estandarización de sus procesos.
¿Por dónde pasa el eje de esas mejoras?
No tengo dudas de que eso lo consiguen con sus recursos humanos formados y comprometidos con su rol dentro de la empresa, bajo el supuesto de un fuerte compromiso de los responsables de las empresas de estas acciones estratégicas. Esa es la clave.
¿Qué papel le asigna a la universidad en ese escenario?
En este contexto es donde la universidad tiene que tener un rol activo. La universidad cumple tres roles, y el primero es la formación. En nuestro caso esto es muy marcado porque somos una Facultad de ingeniería que le aportamos al mercado técnicos y profesionales para el sector industrial. Y en cuanto a nuestros otros roles entiendo que tenemos que aportar los resultados de nuestros proyectos de investigación, en este sentido veo que debemos orientar esos proyectos a la industria, para entonces poder compartirlos ya no solo con la comunidad científica a la que normalmente le damos a conocer los resultados de nuestros trabajos mediante publicaciones, sino que lo pienso también a través de acciones de transferencia y de vinculación. Creo que esas son las tres pilares sobre las que trabaja la universidad y que las tiene que seguir desarrollando. Y creo que hay que seguir fortaleciendo su relación con el entorno: la universidad tiene que construir un vínculo de confianza con la industria para poder tender esos puentes.
¿Cómo se logran esos puentes?
Creo que nacen a través de relaciones personales, para después convertirse en vínculos de mayor grado de institucionalidad. En esta red de relaciones, no solo participan la empresa y la universidad, sino otro conjunto de instituciones, como los gobiernos locales, provincial y nacional, el sistema educativo, las asociaciones empresariales, ONGs, etc., conformando un amplio ecosistema de innovación, que promueven el desarrollo territorial local.
¿Tuvo la posibilidad de extraer, en su paso por Estados Unidos, ideas de valor para aplicar en nuestra zona?
Participé de numerosas charlas enfocadas en "Workforce", es decir, fuerza laboral. Algunos de las corrientes que vi con mayor énfasis es la formación continua del trabajador. Los mecanismos son bien distintos, desde los más formales como carreras terciarias o universitarias (de ejecución de largo plazo) hasta soluciones formativas ad hoc (de plazos cortos), en formato de cursos cortos, microcredenciales, aprendices, entre otros, porque el mundo laboral necesita mayor velocidad de respuesta en la formación del trabajador. Aquí aparece el concepto del "Lego worker", es decir, un trabajador que se construye a sí mismo. Y la empresa en la que se desempeña también le aporta a su configuración profesional. Un camino sinérgico de conformación de la fuerza laboral.