Un arroyo en Avellaneda se volvió rojo, y los vecinos denuncian derrames tóxicos recurrentes
El canal Sarandí, que desemboca en el Río de la Plata y bordea una reserva ecológica, se tiñó de rojo. Se tomaron muestras del agua para identificar la sustancia responsable de la contaminación
El arroyo Sarandí, en Avellaneda, amaneció teñido de rojo intenso en toda su extensión, desde el Río de la Plata hasta las vías del tren Roca. Las causas aún son desconocidas: los vecinos especulan con una contaminación por anilina o el derrame de desechos químicos de un depósito. El aspecto del agua sugiere un episodio similar a los provocados por ácido láctico corrosivo.
El Municipio de Avellaneda, junto con el Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires, tomó muestras del agua para identificar la sustancia responsable. Según fuentes cercanas a las investigaciones, el líquido no parece ser tóxico en un primer análisis.
Vecinos de la zona describieron un fuerte olor nauseabundo en la vera del canal, algo que ocurre incluso cuando el agua no cambia de color. Aunque Sarandí no es una zona con muchas fábricas, hay depósitos y una droguería cerca del shopping, lo que refuerza las sospechas sobre posibles fuentes de contaminación.
Estos cambios en la coloración del arroyo no son nuevos, aunque suelen presentarse en tonos amarillos o verdosos. Los residentes han denunciado reiteradas veces derrames químicos y, ante la falta de información oficial, solo pueden hacer conjeturas sobre el origen del tinte rojo. La única medida de prevención que pueden tomar es cerrar puertas y ventanas para evitar la exposición al olor.
Este caso se suma a un preocupante aumento del 30% en los accidentes con derrames tóxicos en el Área Metropolitana de Buenos Aires. En enero, se registraron incidentes en los que se volcaron mil litros de ácido láctico corrosivo, 500 litros de ácido fosfórico y 50 kilos de cloro diclorado en zonas urbanas, exponiendo a la población a sustancias peligrosas.
Carlos Colángelo, presidente del Consejo Profesional de Química de la Provincia de Buenos Aires, advirtió sobre los riesgos de estos derrames. Explicó que ciertas sustancias pueden generar reacciones químicas peligrosas, como la combinación de ácido fosfórico con soda cáustica, que libera calor y puede causar quemaduras o intoxicaciones.
Los expertos señalan que la mayoría de estos derrames ocurren en accidentes viales o en depósitos donde se manipulan productos químicos sin las precauciones necesarias. La solución, según el Consejo Profesional de Química, es la capacitación y matriculación de los trabajadores que manejan estas sustancias, ya que muchas veces no son conscientes de los riesgos de almacenarlas incorrectamente.