Romina Uhrig se convirtió en la cuarta finalista de Gran Hermano y, aunque la producción estipulaba premios para el primer y segundo puesto, finalmente decidieron entregarle uno a ella, pese a haber quedado en el cuarto lugar. Después de un debate picante, donde se enfrentó a los ex hermanitos y al panel de especialistas en el juego, se conoció que la participante recibiría un interesante premio por haber llegado a tales instancias de la competencia.

La ex diputada se ganó una bicicleta motorizada y un monopatín, además de un año gratis de cerveza de uno de los sponsor del programa. También se conocieron los premios de los demás jugadores. Además de los 15 millones de pesos y una casa para el segundo puesto, quien quede en tercer lugar se llevará un viaje para dos personas al destino del mundo que elija. Los cuatro finalistas tendrán cerveza gratis durante todo un año.

Parece que la extensión que terminó teniendo el reality y los buenos números de audiencia hicieron que los premios se expandieran y haya más reconocimiento a los finalistas, quienes estuvieron 5 meses aislados del mundo.