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Lucas (Laurín) salía de trabajar y recibió un llamado. Era un día como cualquier otro hasta ese momento pero había una preocupación que lo inquietaba: su grupo, Herederos no estaba con muchas fechas para salir a tocar. Al atender el teléfono le dijeron desde el Municipio que le tenían que comentar algo respecto a su banda. Había paro de colectivos y no tenían un peso, aún ninguno había cobrado y tuvieron que ingeniárselas para acercarse hasta el lugar de la reunión.

Junto al cantante del grupo, Jeremías Vivas, llegaron a la cita después de ir dialogando acerca del futuro del grupo y también recordaban lo duro que fueron algunos años de su vida.

Cuando llegaron los recibió el secretario de Desarrollo Humano y Calidad de Vida, Diego Robbiani, y la Subsecretaria de Cultura, Agustina Marino. Algo grande había por comunicar. "Nos dijeron que viajaríamos a Chengdú, a un Festival", y desde ese momento la emoción y la locura familiar comenzaron a desatarse. "La noticia nos llegó de modo muy sorpresivo", relató Lucas, quien es segunda guitarra y voz, y supo que desde ese momento una experiencia única los esperaba. "Él siempre pedía que el Señor lo sorprendiera con algo grande, para nosotros fue un hermoso regalo de Dios", relató a Finde Roxana García, mamá biológica de Lucas y del corazón del resto de la banda.

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