Semanas atrás el Juzgado de Garantías Nº 1 de Olavarría avaló la requisitoria presentada por la Unidad Funcional de Instrucción Nº 4 de nuestra ciudad y elevó la causa a juicio, que se realizará bajo la modalidad de juicio por jurados. Fuentes consultadas por este Diario indicaron que el debate se sustanciará ante los magistrados que conforman el TOC 2 del Departamento Judicial de Azul, presidido por la jueza María Alejandra Raverta (único miembro titular), aunque no se definió aún la fecha en la que se resolverá el mismo.

De acuerdo a lo que se precisó, actualmente las partes se encuentran en la etapa de ofrecimiento de prueba, lo que significa que realizan la presentación de elementos y medidas de prueba documental y testimonial que tanto la fiscalía como la defensa utilizarán en el debate oral y público, y el tiempo estimado de duración de la producción de los mismos.

Matías Guillermo Cabral, oriundo de Azul, fue asesinado el 17 de enero del año pasado cuando se encontraba en su vivienda de calle 17 y Mitre. Al día siguiente, luego de las intensas investigaciones realizadas por efectivos policiales, fue detenido Julián Castro, de 20 años, quien se entregó en la sede de la comisaría Primera, acompañado por un abogado particular.

Precisamente fue por solicitud de Castro que el debate se realizará a través de la modalidad de juicio por jurados, mediante el cual 12 civiles determinarán si el joven es encontrado "culpable" o "no culpable" por el homicidio de Cabral. En caso de que sea declarado culpable, el juez que encabece el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 2 impondrá la pena correspondiente. Para que se llegue a este veredicto, tienen que estar de acuerdo 10 de los 12 jurados; en tanto que si el jurado falla como "no culpable", el acusado es absuelto y no existen instancias de apelación.

Castro fue imputado por el fiscal Christian Urlézaga, quien estuvo al frente de la fiscalía 4 de manera subrogante durante el receso estival de 2021, por los delitos de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego" y "portación ilegal de arma de fuego de uso civil".

La causa fue instruida por la fiscal María Paula Serrano, quien requirió que se llevaran adelante una serie de medidas y allanamientos en distintos sectores con el propósito de recabar elementos probatorios para determinar las circunstancias por las que Matías Cabral fue asesinado. Entre ellos se incluyeron procedimientos en los domicilios de familiares y allegados del imputado, y también en la celda de la Unidad Penal Nº 2 de Sierra Chica a la que fue trasladado Castro pocos días después de su detención.

El homicidio

Cabral murió luego de recibir uno de los siete disparos que habría efectuado Castro desde el exterior de la vivienda del barrio 12 de octubre. Según el informe de la autopsia realizada al cuerpo de Cabral, su deceso se produjo por el impacto de un proyectil "a la altura umbilical" en el abdomen. El proyectil "rompió vasos importantes" que le provocaron una hemorragia e hicieron que falleciera cuando arribó al Hospital Municipal "Dr. Héctor Cura".

Si bien las primeras versiones indicaban que problemas vecinales habrían generado la disputa que terminó con la vida de Cabral, luego algunos de los familiares de la víctima indicaron que las partes no se conocían. Según los testimonios recabados por los investigadores, se mencionó que el detonante del ataque habría sido "un cruce feo de miradas".

Cuando sucedió el ataque Castro circulaba en un automóvil Chevrolet Astra, que fue secuestrado poco después y sometido a pericias por parte de Policía Científica. Peritos de la misma fuerza realizaron las pruebas de balística en la vivienda donde la víctima, donde se determinó que el agresor efectuó siete disparos y los proyectiles correspondían a un arma calibre 22.

En los allanamientos realizados por agentes policiales, que fueron ordenados por el Juzgado de Garantías Nº 1, secuestraron teléfonos celulares de personas vinculadas a Castro y del propio imputado.