Cada martes, un grupo de personas se reúne en la Catedral de Rosario con una emoción palpable en el aire. Están allí para recibir una bendición divina de Leda Bergonzi, una mujer que ha sido bendecida con dones espirituales de liberación y sanación por parte de la Iglesia Católica. Aunque no es una sacerdotisa tradicional, su influencia espiritual es innegable, según sus seguidores.

Leda Bergonzi, una mujer de 44 años originaria de Rosario, no se viste con túnicas ni velos, sino con ropa común y corriente. Tiene una vida ordinaria, con un trabajo, un esposo, cinco hijos y una nieta. Sin embargo, su conexión con lo divino la ha llevado a salir y donarse a los demás en nombre de Dios.

"Creo que lo más importante es comunicarle a la gente que Dios está en medio de nosotros", afirma Bergonzi. Sus seguidores cuentan que han experimentado alivio y sanación a través de su intervención divina. Un hombre relató que perdió la vista de un ojo, pero después de que Bergonzi le impusiera las manos, comenzó a lagrimear y recuperó la visión. "Es increíble lo que pasó", aseguró.

Otra seguidora describe los encuentros como estar en manos de Dios, afirmando que ha recibido un mensaje hermoso y ha sido sanada. Los fieles coinciden en que estar frente a Leda Bergonzi es un momento único, en el que se sienten paralizados y asombrados. "Es un antes y un después. Se siente en el pecho, en el corazón", concluye uno de sus seguidores.

La presencia de Leda Bergonzi y su capacidad para canalizar la energía divina han tocado las vidas de muchas personas en Rosario. Su don de sanación y liberación ha brindado esperanza y consuelo a aquellos que la buscan en busca de una bendición divina.