Al menos 47 muertos tras la explosión de una planta química en China
La explosión de una planta química en el este de China ha provocado la muerte de al menos 47 personas, según informaron las autoridades del país este viernes. El suceso, el último de un largo historial de accidentes industriales, dejó además otros 90 heridos graves, de los cuales 32 en estado crítico. Si bien se desconocen las causas exactas del siniestro, los medios locales aseguran que la empresa propietaria de la planta, especializada en la fabricación de pesticidas, ha sido objeto de varias sanciones administrativas por no cumplir la normativa de seguridad.
La explosión ocurrió el jueves en torno a las 2.48 hora local en la localidad de Yancheng, situada en la provincia de Jiangsu, y fue tan fuerte que provocó un seísmo de magnitud 2,2, según registró la Administración Sismológica de China. El incendio en la instalación fue probablemente el detonante de una explosión que ha dejado la planta reducida a escombros. Las llamas no se pudieron apagar hasta la madrugada de este viernes, mientras que la onda expansiva por el estallido dañó severamente a 16 edificios cercanos y rompió los cristales de decenas de otros situados a hasta 3 kilómetros de la fábrica, según relatan los medios locales. En las redes sociales chinas se han compartido vídeos en los que se aprecia una enorme bola de fuego y una densa columna de humo negro sobre ella. En otras imágenes aparecen personas con cortes en la cara y en el cuerpo provocados por el impacto de los cristales rotos. Los servicios de emergencia han rescatado a 88 personas del sitio.
La planta es propiedad de la corporación Jiangsu Tianjiayi Chemical y se sitúa en el parque industrial de Chenjiagang, una zona en la que se agrupan varias empresas químicas. La compañía, creada en el año 2007, produce más de 30 compuestos orgánicos, según explica en su página web, muchos de los cuales son inflamables y tóxicos. Las autoridades chinas han asegurado que, pese a la explosión y la densa columna de humo que se ha erigido durante horas alrededor de la planta, la calidad del aire en la mañana del viernes en la zona no presentaba riesgos para los vecinos. En cualquier caso, y aunque en el perímetro inmediato que rodea a la planta no hay residentes, se han evacuado a unas 3.000 personas que viven relativamente cerca del complejo industrial.
En una inspección el año pasado, la administración china detectó hasta 13 problemas relacionados con la seguridad en esta planta. Uno de ellos respondió a una válvula defectuosa que provocaba fugas en uno de los tanques de almacenamiento, según informa el periódico China Daily. La empresa también fue multada en 2016 y 2017 por cuestiones medioambientales, concretamente por no cumplir la normativa de gestión de residuos sólidos o la de contaminación del aire.
Los accidentes industriales son una lacra difícil de erradicar en China. Si bien las cifras absolutas de muertes en el trabajo se han reducido en los últimos años, queda mucho por hacer en materia de seguridad laboral. El problema no recae tanto en las leyes, que sobre el papel son lo suficientemente duras, sino en su vago cumplimiento por parte de las empresas y la incapacidad, sobre todo de los Gobiernos locales, de sancionar a unas empresas cuya actividad genera importantes ingresos fiscales.
En 2015, una cadena de explosiones en unos almacenes de sustancias peligrosas en el puerto de Tianjin causó la muerte de más de 170 personas, muchas de las cuales bomberos que acudieron al lugar de los hechos para apagar el incendio inicial y a los que les sorprendió otro estallido. Las investigaciones oficiales determinaron que la empresa propietaria de los depósitos continuó operando durante meses sin licencia. En noviembre del año pasado, otra explosión en una planta química en la ciudad de Zhangjiakou, en la provincia de Hebei, causó 22 muertos.
Según China Labor Bulletin, una ONG con sede en Hong Kong que defiende los derechos laborales de los trabajadores chinos, en el último año el país ha registrado más de 606 accidentes graves, 370 de los cuales causaron la muerte de uno o más trabajadores. Su base de datos, reconoce la propia entidad, registra solamente aquellos sucesos que gozan de más publicidad en los medios de comunicación locales y de los que se conocen más datos. Estos son, dicen, solamente el 1% del total de accidentes de trabajo que se producen en China. Los datos oficiales lo confirman: en 2018, hubo 49.000 accidentes laborales en el país en los que murieron 34.600 personas. (El País)