El presidente Joe Biden ha tomado la sorprendente decisión de abandonar su candidatura a la reelección, convirtiéndose en el primer presidente en la historia de Estados Unidos en hacer tal anuncio en un año electoral. La demencia senil y la crisis interna del Partido Demócrata han acelerado su retiro de la carrera presidencial.

Biden comunicó oficialmente su decisión a través de un mensaje en su cuenta de Twitter, después de un debatido desastroso con Donald Trump el pasado 27 de junio. Durante el evento, se hizo evidente su deterioro cognitivo, evidenciado por su incapacidad para responder coherentemente y su tendencia a ofrecer respuestas sin sentido.

La presión para que Biden se retire aumentó significativamente tras el debate, con figuras prominentes del partido, como Bill Clinton y Barack Obama, instándolo a ceder el paso. El presidente de 81 años, en su declaración publicada en X, expresó que su retiro es en beneficio de su partido y del país, y ofreció su respaldo total a Kamala Harris, actual vicepresidenta, para que sea la candidata del partido en las próximas elecciones.

"Ha sido el mayor honor de mi vida servir como su presidente", afirmó Biden en su mensaje. "Aunque mi intención era buscar la reelección, creo que es lo mejor para el partido y el país que me retire y me enfoque en cumplir con mis deberes como presidente hasta el final de mi mandato".

La convención demócrata se celebrará en Chicago del 19 al 22 de agosto, donde se formalizará la candidatura presidencial. Lo que inicialmente parecía ser una confirmación de Biden como candidato del partido se transformará en una contienda abierta, con casi 4.700 delegados encargados de elegir al nuevo candidato para las elecciones generales de noviembre.

Con la retirada de Biden, el Partido Demócrata enfrenta un cambio sin precedentes en plena campaña electoral, y los demócratas se preparan para enfrentar una nueva realidad en su estrategia electoral.