La alcaldía de Beijing anunció este jueves la cancelación de las populares ceremonias previstas con motivo del Año Nuevo chino, como medida de protección ante la epidemia provocada por el coronavirus que ya mató a 25 personas en el país.

Las vacaciones y festividades con motivo del año nuevo comenzarán el próximo viernes y duran una semana. Son cientos de miles los habitantes de la capital china que cada año asisten a los parques y espacios públicos para presenciar los tradicionales bailes del león y del dragón.

Pero este jueves, el gobierno ordenó nuevos cierres: las autoridades de la vecina ciudad de Huanggang anunció que el transporte público se suspendería en la medianoche y se ordenó a los 7,5 millones de habitantes que no salgan de la ciudad. Además, Ezhou, con una población de 1,1 millón, cerró su estación de trenes.

De esta manera ya son cerca de 18 millones de personas las que se encuentran en esta cuarentena ''de facto'' iniciada en Wuhan, donde todos los transportes quedaron suspendidos para tratar de contener la propagación del brote.

Por su parte, desde Ginebra, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó que China tomó "medidas muy fuertes" para frenar el brote y estimó que con ellas iban a "disminuir" los riesgos de propagación internacional.

Un comité de urgencia de la OMS estaba reunido el jueves en esa ciudad para determinar si declara una "emergencia de salud pública a nivel internacional".

Hasta ahora, la OMS sólo había utilizado este término en casos de epidemias que requieren una respuesta internacional importante, incluida la gripe porcina H1N1 en 2009, el virus Zika en 2016 y la fiebre del Ébola, que devastó parte de África occidental de 2014 a 2016 y la RDC desde 2018.(Clarín)