Choques entre la policía y manifestantes en el Primero de Mayo en París
París ya estaba en alerta por la previsión de la asistencia de grupos radicales que prometían altercados en la manifestación del Primero de Mayo. Pero los disturbios se avanzaron a la marcha oficial de los sindicatos por el Día del Trabajo.
Dos horas antes de su inicio, la policía antidisturbios lanzó gases lacrimógenos e hizo cargas para dispersar a algunos manifestantes enmascarados que se habían infiltrado con varios chalecos amarillos en el boulevard de Montparnasse para protestar contra las políticas del presidente Emmanuel Macron.
Las fuerzas del orden actuaron contra los manifestantes radicales, pertenecientes a los bloques negros (que defienden el uso de la violencia en las protestas) o a los chalecos amarillos, que se habían situado frente a la marcha sindical. Estos reaccionaron arrojando objetos contra la policía. Imágenes de televisión mostraron una camioneta con sus ventanas rotas.
La Confederación General del Trabajo (CGT) ha organizado 199 manifestaciones en toda Francia con ocasión por el 1 de mayo, aunque la que suscita la mayor atención es la de París, que está programada a partir de las 14.30 locales entre la estación de Montparnasse y la plaza de Italia.
Durante todo ese recorrido, unos 600 establecimientos comerciales tienen que permanecer cerrados ante el temor de las autoridades de que puedan sufrir ataques por parte de grupos violentos.
El ministro francés de Interior, Christophe Castaner, calculó este martes que entre 1.000 y 2.000 "activistas radicales", entre los que puede haber algunos llegados de los países vecinos, así como grupos de chalecos amarillos también radicalizados.
Un total de 88 personas habían sido detenidas en París esta mañana para prevenir altercados en la ciudad. También hasta las 11.15 locales, se habían producido 3.700 controles de identidad en toda la ciudad dentro de esa misma estrategia, indicó a Efe un portavoz de la Prefectura de Policía.
Las fuerzas del orden utilizan nuevos dispositivos legales que les permiten realizar controles de identidad en lugares incluso alejados de los puntos de concentración para registrar a las personas. Detienen así a los que llevan todo tipo de artefactos incendiarios, objetos que podrían utilizarse como armas u otros instrumentos o prendas para ocultar su propia identidad. Entre los arrestados hubo al menos tres españoles que llevaban artefactos incendiarios u otros objetos contundentes. (La Vanguardia)