El presidente de Colombia, Gustavo Petro, persiste en su intento de llevar adelante un inédito proceso constituyente con el objetivo de cambiar el rumbo democrático del país. Sin embargo, las dificultades económicas, sociales, políticas e incluso personales que enfrenta, a dos años de culminar su mandato, hacen improbable que su propuesta prospere, según especialistas en temas internacionales.

Petro, presidente desde junio de 2022 con el partido Pacto Histórico y exguerrillero del grupo M19, no descarta recurrir a una "situación de hecho" para sus propósitos. No resulta casual el apoyo visible de Iván Márquez, jefe de la disidente Segunda Marquetalia de las FARC, quien ha respaldado la iniciativa.

La experta en temas internacionales Beatriz de Majo opina: "No creo que la propuesta de Petro funcione. Colombia está muy convulsionada en este momento para que pueda avanzar un nuevo proceso constituyente, y el riesgo es que el país continúe paralizado. Este es un mal momento para que un proceso como ese ocurra en cualquier lugar".

Contexto complicado

Colombia, un país suramericano con gran turbulencia política y presencia de grupos armados vinculados al narcotráfico, se encuentra en un escenario que reduce las posibilidades de avanzar con la propuesta de Petro. Desde principios de 2024, Colombia atraviesa una fuerte desaceleración económica que incrementa la incertidumbre y la pobreza, acentuando la desigualdad.

"Colombia lleva dos años aplazando el tema de la economía. No hay inversiones de ninguna naturaleza y cuando eso ocurre, el país no crece y es imprescindible que Colombia crezca para evitar la paralización", sostiene de Majo, quien destaca una fractura social sumamente evidente.

Además, la violencia y los grupos armados constituyen un problema notable. La política de "paz total" se encuentra en crisis, especialmente por el resurgimiento de secuestros selectivos por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los ataques de disidentes de las FARC en el Cauca.

Petro también enfrenta problemas personales, incluyendo denuncias de financiamiento irregular de su campaña electoral y violación de los topes de recursos obtenidos, admitidos por su hijo Nicolás Petro ante el fiscal. Nicolás y su pareja fueron acusados de lavado de activos y enriquecimiento ilícito, lo que ha sido un duro golpe para el mandatario.

Más recientemente, Petro ha sido vinculado a un escándalo por malversación de 12 millones de dólares destinados a la compra de 40 camiones cisterna para llevar agua a zonas desérticas y pobres del Departamento de la Guajira.

El riesgo constituyente

Petro propuso el 11 de mayo un "acuerdo nacional" para realizar un referendo y promover una Asamblea Constituyente, desafiando la prohibición de la Constitución nacional. "El presidente Petro ha desempolvado la propuesta de constituyente porque le molesta profundamente la cohesión institucional con la que se ha encontrado en el país", afirma de Majo.

El apoyo de Iván Márquez a la propuesta de Petro es significativo, pues Márquez ha destacado los "vientos constituyentes" como una oportunidad para despertar la esperanza de las multitudes. Este respaldo es polémico y ha sido rechazado por varios sectores de la vida nacional.

El grupo disidente de las FARC liderado por Márquez, que cuenta con alrededor de 1.800 miembros, sigue operando en la zona fronteriza con Venezuela y controlando el narcotráfico. El apoyo de Márquez podría servir a Petro para amedrentar a la población y fortalecer su posición política, aunque la experta de Majo considera que la propuesta constituyente no prosperará en Colombia.