El papa Francisco fue recibido este sábado por unos 200.000 fieles en el santuario de Fátima, en el centro de Portugal, donde pasará unas horas antes de regresar a Lisboa para una vigilia previa a la misa final de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

A bordo de un helicóptero del ejército del aire portugués, el pontífice argentino sobrevoló la amplia explanada del santuario, donde tiene previsto pasar dos horas en las que rezará el rosario con jóvenes enfermos y dará un discurso.

A su llegada, Francisco fue aplaudido por unos 200.000 fieles, según las autoridades locales, que no llenaban completamente el emblemático recinto, bajo un cielo oscurecido por el humo y la ceniza de un incendio forestal activo a un centenar de kilómetros de allí.

Tras aterrizar, Jorge Bergoglio recorrió en "papamóvil" la explanada que rodea la pequeña capilla que marca el lugar donde, según la tradición católica, la Virgen María se apareció a tres niños en 1917, informó la agencia de noticias AFP. 

No es la primera vez que Bergoglio visita como papa el santuario, donde ya estuvo el 13 de mayo de 2017 para la multitudinaria canonización de dos de los pastores, a la que acudieron unos 500.000 peregrinos.