El conflicto entre Israel y Hamas ha escalado en las últimos horas, con ataques y bombardeos que han dejado un alto número de víctimas en ambos lados.

El Ejército israelí ha estado combatiendo a milicianos de Hamas en ciudades del sur de Israel por segundo día consecutivo, mientras que Hamas ha lanzado más bombardeos en Gaza y ha intercambiado disparos con el grupo islamista libanés Hezbollah.

Según los medios israelíes, los ataques han dejado al menos 600 muertos en Israel, mientras que las autoridades de Gaza informaron de más de 300 muertos por los bombardeos israelíes.

Además, se han reportado secuestros por parte de Hamas, incluyendo mujeres, niños y ancianos, que en el pasado han sido canjeados por prisioneros palestinos retenidos en Israel.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado que el país está en guerra y que Hamas pagará un alto precio por sus acciones. 

El gabinete de seguridad israelí ha aprobado poner al país oficialmente en guerra y autorizar "actividades militares significativas", lo que se interpreta como la antesala de una posible incursión militar terrestre en Gaza.

Hamas ha justificado sus acciones como una respuesta al bloqueo que Israel impone a Gaza desde 2007, así como a las incursiones militares israelíes en Cisjordania y la ocupación y colonización de los territorios palestinos. Líderes de Hamas han advertido que están preparados para una mayor escalada.

La comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, la Unión Europea y países como Argentina, ha condenado los ataques de Hamas. El papa Francisco también ha pedido el fin de las hostilidades, señalando que el terrorismo y la guerra no llevan a ninguna solución.

Mientras tanto, en Gaza se ha reportado un alto número de heridos, con más de 2.000 personas heridas según el Ministerio de Salud. En Israel, los diarios y medios de comunicación han cifrado en al menos 600 los muertos.

La situación se ha complicado aún más con el ataque de Hezbollah en el sur de Líbano, en solidaridad con Hamas. El Ejército israelí ha respondido con bombardeos y ha advertido a Hezbollah de no intervenir.

El conflicto ha generado preocupación por una posible escalada de las hostilidades y el aumento del número de víctimas. La comunidad internacional ha llamado a un cese de las hostilidades y a la búsqueda de una solución pacífica y duradera al conflicto palestino-israelí.