El primer caso conocido de coronavirus en Italia es el de un joven de 38 años que está hospitalizado, en condiciones estables pero graves en el Policlínico San Matteo de Pavía en el Veneto. Le diagnosticaron el virus el pasado viernes 21 de febrero. La primera víctima mortal que se cobró el coronavirus en el país europeo es Adriano Trevisan, de 78 años, que había estado hospitalizado durante más de diez días por otra patología. Falleció el viernes 21 de febrero.

Las autoridades sanitarias italianas todavía no han logrado identificar al llamado paciente cero desde el que habrían partido los contagios y tampoco se ha logrado encontrar una conexión entre los casos de contagiados en la región de Lombardía y la región del Véneto. Aunque algunos medios de comunicación en Italia han apuntado a que los expertos trabajan sobre la pista de un hombre de 60 años de Albettone, Basso Vicentino, que está hospitalizado en la ciudad de Vicenza.

La Organización Mundial de la Salud ha situado la tasa de letalidad del coronavirus en el 2% y el 4% entre los infectados en la ciudad chiná de Wuhan y en alrededor del 0,7% fuera de Wuhan. Sin embargo, la psicosis de ciudadanos que se han lanzado al supermercado a hacer compras de comida y bienes de subsistencia de forma compulsiva no se ha circunscrito solo al norte de Italia donde las autoridades han impuesto un bloqueo a cerca de 50.000 ciudadanos que no pueden ni entrar ni salir. También en muchas de las farmacias de Roma se han agotado las mascarillas y los geles desinfectantes de manos.

La española Sara Martín que vive en la región de Lombardía, a solo 10 km del primero de los pueblos aislados dentro de la considerada como zona roja por ser el foco de contagio del coronavirus ha explicado a Europa Press que está viviendo toda la situación "con serenidad" aunque persiste en el ambiente un sentimiento de "histeria generalizada".

Lodi, la localidad en la que vive con su marido italiano y sus tres hijos no ha sido de momento bloqueada por el departamento de Protección Civil de Italia, pero a su juicio es "cuestión de horas" porque ya se ha dado el "primer caso" de contagio del coronavirus en el hospital. "No nos han aislado todavía, pero vivimos como si ya los estuviéramos. Los supermercados están vacíos, no hay nadie por la calle, han cerrado colegios, guarderías, parques, gimnasios", ha descrito. "Nos han aconsejado que no hagamos vida social. Estamos haciendo vida en casa; no nos planteamos quedar con amigos ni que ellos vengan a casa", ha agregado.

Desde el viernes ni sus hijos, ni su marido, a quien la empresa para la que trabaja en Milán le ha pedido que se quede en casa para evitar contagios, han salido a la calle. "Yo salí yo un momento porque necesitabas potitos. Pero el supermercado estaba vacío y con pocos productos. Solo encontré un melón y un coco, ni una bolsa de lechuga, ni una triste pechuga de pollo", ha explicado.

Fuente:LaVanguardia.com