Tiene todo para ser una performance, menos la blanda disponibilidad de recursos que por lo general sostiene al arte contemporáneo. Y sin embargo no escapa -esto es mera sospecha- al mandato que rige a todo gesto artístico: imprimir una marca en la vasta maraña de las expresiones humanas.

Porque surcando las horas humildes que se desgranan en La Habana, Feridia Rojas, jubilada, antigua enfermera, 82 años de existencia, le encuentra la vuelta - su vuelta- al coronavirus .

"Yo estoy en casa. Y tú?", le dice a sus vecinos y al mundo, parapetada tras su fortaleza móvil, refugio de palabras y cartón. Ella está en casa y también en la calle, terca y única, inesperadamente célebre. (Fuente: Diana Fernández Irusta / La Nación)