Donald Trump asumió su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos y, en su discurso inaugural, anunció un amplio plan de medidas inmediatas en diversas áreas clave para el país.

En el ámbito de inmigración, declaró una “emergencia nacional” en la frontera con México, con el objetivo de detener la inmigración ilegal, deportar a millones de extranjeros criminales y designar a los cárteles de la droga como “organizaciones terroristas extranjeras”. También anunció el despliegue militar en la frontera y el regreso de la política de “Permanecer en México” para solicitantes de asilo.

En cuestiones energéticas y económicas, declaró una “emergencia energética nacional” para reducir la inflación y los costos energéticos mediante el aumento de la perforación de recursos naturales. Confirmó la eliminación del Green New Deal, el fin del mandato de vehículos eléctricos y la salida del Acuerdo climático de París, priorizando la autosuficiencia económica y la creación de un Servicio de Ingresos Externos para recaudar aranceles.

En lo social, enfatizó una visión de “igualdad basada en el mérito” y propuso que el gobierno federal reconozca solo dos géneros: masculino y femenino. También se comprometió a garantizar la libertad de expresión, asegurando que el poder del Estado no se usará para censurar ni perseguir a oponentes políticos.

Trump también destacó la exploración espacial como un eje estratégico, anunciando planes para llevar astronautas estadounidenses a Marte. Además, propuso recuperar el Canal de Panamá y renombrar el Golfo de México como el “Golfo de Estados Unidos”.

Finalmente, en coincidencia con el Día de Martin Luther King Jr., prometió trabajar por una sociedad más justa, honrando el legado del líder de los derechos civiles. Estas propuestas generaron reacciones inmediatas y marcarán el rumbo de su nueva administración frente a los retos nacionales e internacionales.