ste lunes 14 de marzo, se confirmó que una mujer embarazada y su bebé murieron luego de que el ejército ruso atacara el hospital de maternidad donde ella iba a dar a luz, en Mariúpol, Ucrania.

En los últimos días, las imágenes de los hechos ocurridos el miércoles 9, donde se podía observar a la madre siendo trasladada sobre una camilla, trascendieron como un claro ejemplo de lo que están viviendo en territorio ucraniano.

De acuerdo a los datos oficiales, la mujer fue llevada hacia el hospital más cercano, donde trataron de salvarle la vida, ya que había sido aplastada y su cadera estaba desencajada. Además, los médicos señalaron que ella les gritó "¡mátenme ya!", al darse cuenta que estaba perdiendo su embarazo.

Frente a este panorama, el personal de salud logró sacar al bebé mediante una cesárea, pero no detectaron signos vitales, por lo que pasaron a enfocarse en el cuidado de la mamá, aunque ambos murieron, tras intentar reanimar a la madre durante media hora.

"Más de 30 minutos de reanimación de la madre no produjeron resultados", dijo el cirujano Timur Marin. "Ambos murieron", señaló, según la prensa británica.

La identidad de la mujer es desconocida, ya que los médicos, en medio del caos de los constantes ataques rusos, se centraron en atender a la mayor cantidad posible de personas. Su esposo y su padre la reconocieron y se llevaron el cuerpo, algo que no sucede en todos los casos, donde algunos terminan en fosas comunes que están cavando para los muertos en Mariúpol.