El gobierno de Israel ha declarado que el país se encuentra en guerra después del sorpresivo ataque por parte de milicianos palestinos, que ha incluido ataques terrestres, marítimos y aéreos, así como la captura de soldados y civiles en localidades fronterizas. 

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha afirmado que el movimiento Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, pagará "un precio sin precedentes".

El primer ministro Netanyahu ha señalado en un video difundido en sus redes sociales: "Ciudadanos de Israel, estamos en guerra. No en una operación, no son rondas de combates, es una guerra". 

También ha informado que se han ordenado el desalojo de las comunidades en las que se habían infiltrado los terroristas y una amplia movilización de reservas.

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Según los servicios de emergencia israelíes, al menos 40 personas han muerto y 779 han resultado heridas y han sido trasladadas a hospitales. 

Por su parte, el lado palestino ha comunicado que hay al menos 161 fallecidos y 931 heridos como resultado de la respuesta israelí en la Franja de Gaza.

Esta escalada de violencia ha comenzado con un lanzamiento masivo de cohetes desde varios puntos de la Franja de Gaza. 

Según el portavoz del ejército israelí, el teniente coronel Richard Hecht, al menos 2.200 cohetes han sido disparados, mientras que Hamas ha reivindicado el lanzamiento de 5.500 proyectiles.

La situación actual es altamente tensa y la violencia ha causado un gran número de víctimas en ambos lados. La comunidad internacional ha expresado su preocupación y ha llamado a la calma y al cese inmediato de las hostilidades.