Estos países, con bajas tasas de superviviencia, "tuvieron que concentrar sus limitados recursos de salud en combatir enfermedades infecciosas y en mejorar la salud materno-infantil, mientras que sus servicios sanitarios no están equipados para prevenir, diagnosticar y tratar el cáncer", precisó el

informe de la OMS publicado en "Noticias ONU".

En 2019, más del 90% de los países de altos ingresos informaron que los servicios de tratamiento integral para el cáncer estaban disponibles en el sistema de salud pública en comparación con menos del 15% de los países de bajos ingresos.

"Este es un llamado de atención a todos nosotros para abordar las desigualdades inaceptables entre los servicios de cáncer en los países ricos y pobres", detalló Ren Minghui, alto responsable de la OMS.

"Si las personas tienen acceso a la atención primaria y los sistemas de derivación, entonces el cáncer puede detectarse temprano, tratarse eficazmente y curarse. El cáncer no debería ser una sentencia de muerte para nadie, en ningún lugar ", añadió.

La OMS destacó que el avance contra la enfermedad en los países más pobres "es alcanzable"

"Mediante la identificación de las políticas más apropiadas de acuerdo con la situación de cada país, junto a la inclusión de la respuesta al cáncer en la cobertura sanitaria universal y la movilización de las diferentes partes interesadas para que trabajen de forma coordinada, se podrían salvar

al menos siete millones de vidas en la próxima década", aseguró  TedrosAdhanom Ghebreyesus, director general, de la Organización Mundial de la Salud.