Es el segundo de esta temporada y el último de 2019. A las 18.45 hs (Buenos Aires) del 16 de julio, ocurrirá un eclipse parcial de luna, en su fase llena. La órbita del satélite se alineará (desde el punto opuesto) con la eclíptica y coincidirá con la del Sol. Como resultado, el reflejo lunar se verá oscurecido.

Este episodio astronómico y astrológico será visible en gran parte del planeta: partes de América -incluido nuestro país-, Europa, África, y partes de Asia. La luna entrará en la penumbra a las 17 hs y hasta las 20 hs estará en contacto con la órbita solar.

El eclipse se producirá en el grado 24 del eje Cáncer-Capricornio y pertenece a la serie Saros 139, que está encadenada con los eclipses lunares de los años 2001, 1983, 1965, 1947 y 1929 (y siguen). Podemos relacionar estos años con momentos kármicos planetarios y nacionales de crisis, cambios, giros y resurgimientos de nuevas políticas. Habrá que seguir investigando en esta línea.

A nivel personal, los eclipses de luna movilizan cuestiones emocionales, son un énfasis en determinada energía y tienen un impacto profundo sobre las aguas de nuestro inconsciente. Esto influye en los sueños, en el cuerpo (sobre todo los líquidos y el sistema hormonal), en las emociones y en la fluidez con la que las expresamos. En estos momentos estarán a flor de piel cuestiones que permanecían ocultas, guardadas, pero que estaban ahí de alguna manera. Sentirlas y sacarlas afuera nos permitirá caminar más livianos por la vida.

Este eclipse expande algunas temáticas que se abrieron en solar del 2 de julio. Este tiempo "entre eclipses" reveló y disparó insights sobre algunos temas de la temática Cáncer Capricornio. ¿Cuáles son? Familia, tradición, nación, antepasados, memoria, herencias, vínculos maternos, casas y ámbitos de protección. Nuestra necesidad de afecto y contención se puso de manifiesto en toda su crudeza, y esta fase de luna llena llevará a término (como en un parto) y dará a luz lo guardado y reprimido en relación a estas cuestiones.

Será momento de cierre, conclusión, madurez y finalización de alguna etapa comenzada seis meses atrás, en los eclipses de febrero. Pero también potenciará las temáticas del nodo norte en Cáncer, que seguiremos trabajando hacia adelante. Todo va por ciclos y etapas.

Como en todo eclipse, será mejor observar que intencionar; escuchar las señales que imponer; estar muy presente en lo que vaya sucediendo antes que manipular o forzar situaciones. Debemos evitar caer en situaciones engañosas (posiblemente las cosas no sean tal y como se muestran a simple vista). Se recomienda comer sano, hidratarse bien, caminar o hacer ejercicio y meditar, en lo posible, con silencio interno.También anotar los sueños por si vienen mensajes.

Los aspectos con los que se da este eclipse son: la luna se encontrará junto a Plutón y a Saturno retrógrados; Marte en Leo en cuadratura a Urano; Venus junto con el Nodo en conjunción a Plutón. La caída de viejas estructuras, costumbres, mandatos y deberes avanza a paso firme. Las relaciones de pareja se enfrenta a temas kármicos de larga data (individuales y vinculares). Será preciso encontrar salidas creativas para no caer en el mismo espiral de repeticiones dolorosas. Honremos el pasado y los legados de nuestros ancestros pero demos un paso de futuro. Armemos nuestras propias recetas sobre cómo ser en familia y en tribu.

  • Los signos que se verán más afectados por este eclipse serán fundamentalmente los cuatro cardinales: Aries, Cáncer, Libra y Capricornio.

Como sucederá en el grado 24, tendrán que estar atentos aquellos cancerianos que cumplan entre el 13 y el 19 de julio, y los capricornianos del 13 al 19 de enero. Los terceros decanatos de Aries y Libra también pueden registrar movimientos intensos durante esos días.

Fuente:Clarín.com