Gabriel Boric, de 36 años, recibió una suerte de amuleto horas antes de su asunción como presidente de Chile, en reemplazo de Sebastián Piñera: un peluche del Pokémon Squirtle. Su emoción del nuevo mandatario millennial de la región al recibirlo se hizo viral en las redes.

Antes de la investidura presidencial, siempre se realizan reuniones bilaterales y habitualmente, un día antes el gobernante entrante recibe a los mandatarios y delegaciones extranjeras invitadas a la toma de posesión, reuniones donde se intercambian algunos regalos protocolares y otros no tanto.

Fue lo que precisamente ocurrió con el representante de Japón, Kiyoshi Odawara, quien le regaló al entonces todavía presidente electo de Chile un peluche del Pokémon Squirtle. "Gracias al Ministro de Estado para Asuntos Exteriores de Japón, Kiyoshi Odawara, por este Squirtle!", escribió Boric en su cuenta de Twitter.

Gabriel Boric y los videojuegos

El presidente más joven de la historia de Chile era un recurrente usuario de Twitter, red social donde solía comentar sus gustos y preferencias. Y ante las decenas de preguntas curiosas de los usuarios, también reveló qué títulos marcaron su vida en el mundo de los videojuegos y entretenimiento.

Gabriel Boric es un aficionado de los videojuegos y lo hizo público en 2013. En aquel entonces, el diputado por la Región de Magallanes, señaló que era fanático de las sagas GTA y Age of Empires.

Squirtle, el Pokémon favorito de Gabriel Boric

Pese a su cada vez más recargada agenda como diputado y luego como líder político, Boric siempre se mantuvo al tanto de los últimos lanzamientos en el mundo de los videojuegos, como Pokémon Go, incluso defendiendo a los jugadores de las críticas por su efusividad en las calles: "Que profundamente desagradables y amargos quienes salen a despotricar contra l@s jugadores de Pokémon".

Curiosamente, en septiembre de 2021, reveló que el Pókemon inicial que siempre escogía al jugar Pokémon Red era Squirtle. Tal parece que alguien en la representación de Japón hizo bien su trabajo y le dio al blanco con el poco habitual presente en este tipo de reuniones entre políticos. (La Nación)