En una tragedia que ha conmocionado a Irán, el presidente iraní Ebrahim Raisi murió el domingo en un accidente de helicóptero en el bosque de Dizmar, en la región noroeste del país. El helicóptero, que también transportaba al ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, y otros funcionarios, se estrelló en una zona montañosa y envuelta en niebla mientras regresaban de inaugurar una presa en la frontera con Azerbaiyán junto al presidente azerbaiyano Ilham Aliyev.

El helicóptero Bell, adquirido por Irán a principios de la década de 2000, se estrelló debido a circunstancias aún no aclaradas. Según la agencia de noticias estatal IRNA, en total murieron ocho personas, incluidos tres tripulantes. La búsqueda y rescate se vieron obstaculizados por el terreno montañoso y la espesa niebla, lo que hizo imposible realizar búsquedas aéreas.

Pir-Hossein Koulivand, presidente de la Media Luna Roja iraní, indicó que 40 equipos de búsqueda trabajaron en la zona a pesar de las difíciles condiciones meteorológicas. Las autoridades turcas publicaron imágenes de dron que mostraban un incendio en un paraje deshabitado, sospechando que eran los restos del helicóptero.

La muerte de Raisi tiene implicaciones significativas para Irán. Considerado un protegido del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, y un posible sucesor, su fallecimiento deja un vacío en la teocracia chií del país. Según la Constitución iraní, el primer vicepresidente Mohammad Mokhber asumirá como presidente en funciones hasta que se celebren nuevas elecciones, previstas para unos 50 días después del incidente.

La comunidad internacional ha reaccionado con consternación. Países como Rusia, Irak y Qatar emitieron declaraciones de preocupación y ofrecieron ayuda en las operaciones de rescate. Tras confirmarse la muerte de Raisi, líderes de países como Pakistán, India, Egipto y Siria enviaron sus condolencias. El presidente de Azerbaiyán, Ilhan Aliyev, se mostró profundamente conmocionado por la noticia, ya que Raisi regresaba de una inauguración conjunta de una presa con él. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y el presidente de Rusia, Vladímir Putin, también expresaron sus condolencias, destacando la relación cercana que mantenían con Raisi.

En Irán, el ayatolá Alí Jamenei ha decretado cinco días de luto nacional. La población se encuentra en un estado de duelo mientras el país se prepara para enfrentar el impacto político y social de esta pérdida inesperada.