Este lunes 8 de julio, Rusia llevó a cabo uno de sus mayores ataques a gran escala contra Ucrania, afectando varias ciudades, incluida Kiev. Según las autoridades locales, al menos 36 personas fallecieron en el país, de las cuales diez estaban en la capital. En Kiev, las tropas rusas también atacaron el hospital infantil Ohmatdyt, lo cual fue condenado por el Gobierno italiano como "crímenes de guerra".

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó que las fuerzas invasoras lanzaron más de 40 misiles y llamó a la comunidad internacional a movilizarse para poner fin a la guerra. "Este ataque no solo es una agresión contra Ucrania, sino contra toda la humanidad", declaró Zelenski en un comunicado oficial.

Las autoridades ucranianas informaron de daños significativos en infraestructuras civiles y varios edificios residenciales. En ciudades como Járkov y Dnipro, los residentes se despertaron con el sonido de explosiones y sirenas de emergencia, mientras equipos de rescate trabajaban incansablemente para atender a los heridos y buscar sobrevivientes entre los escombros.

Así quedó el hospital infantil Ohmatdy en Kiev tras el ataque