Darío Fariña

Enviado especial a Expoagro 2019

"Ipesa es reconocida en el sector por los silobolsas, como se los denomina comúnmente, pero hace ya 50 años que está transformando polietilino y abastece no sólo al sector agropecuario sino también a la industria láctea en cuanto a los envases, a los sachets de leche en sus distintos tipos como los termocontraíbles. A su vez, todo lo que hace a la producción intensiva como plásticos de invernáculos, rellenos sanitarios, reservorios de agua, geomembranas de distintos espesores que hacen a la diversidad de productos que presenta siempre Ipesa. Nuestro principal producto en la muestra es el sistema de almacenaje, que es el silobolsa, y que el mercado adoptó como un elemento ya dentro de su sistema de producción que hace a lo que básicamente la reserva de granos y la reserva forrajera", comenzó contando el ingeniero agrónomo Pablo Seniow, del departamento técnico comercial de Ipesa SiloBolsas, durante la megamuestra Expoagro que se llevó a cabo en marzo pasado en la ciudad bonaerense de San Nicolás.

Esta empresa hace un gran apoyo a Fundaleu y al Hospital Santamarina de Tandil (aportando 10 dólares por cada silobolsa color rosa que se venda, ya que apoya la campaña contra el cáncer de mamas), y en Expoagro también mostró ese tipo de silobolsas que ya es común ver en los campos argentinos. Aunque siempre se vende el tradicional, color blanco, obviamente.

"En lo que es un silo tradicional, en su medida habitual que es de 9 pies de diámetro x 60 metros de largo, se almacenan aproximadamente 200 toneladas de granos. Y un valor similar en lo que es reserva forrajera, tanto en picado de sorgo o de maíz o grano húmedo. Si bien son distintas las maquinarias para embolsar en cuanto a grano seco y reserva forrajera, por ser húmedos, la capacidad no difiere tanto. Si varía en las características del contenido, en cuanto a tamaño de picado, humedad de los granos, o demás variables que hacen al volumen que se pueda generar".

¿En el mercado, qué es lo que los distingue de la competencia?

En cuanto al mercado, si se considera que el valor del envase es despreciable en relación con el contenido de lo que se está almacenando, sea granos o reserva forrajera, y por otro lado en lo que es reserva forrajera es muy importante tener asegurada la provisión de alimentos durante todo el año, lo cual hace que la bolsa no puede fallar. Si fuera así, el problema no tiene solución. Pero Ipesa incorporó maquinaria de última generación que hace ya varios años nos permite trabajar con materiales de cinco capas y eso nos permite hacer una combinación de materias primas que nos garantiza que la prestación de la bolsa sea la adecuada para soportar las inclemencias climáticas. Así, el productor puede almacenar hasta dos años las reservas que tenga, ya sean granos o picado.

¿Cómo está la comercialización?

En este momento está empezando al cosecha y el volumen más grande de ventas está asociado a la cosecha de granos. Si bien año tras año la participación en reserva forrajera viene creciendo, es un mercado que busca diferenciarse ya que persigue otro tipo de bolsas, que requiere mayores diámetros y mayores largos. En consecuencia, el picado tiene una distribución más pareja a lo largo de toda la campaña y la concentración de la demanda se da cuando comienza la cosecha de grano seco. En particular este año, aparenta una muy buena cosecha, que hay que concretar, pero vemos que se empieza a juntar la de maíz con la de soja y lo que va a traer aparejado será una demanda muy fuerte. En nuestra red de distribución abastecemos al 50 por ciento del volumen necesario de toda la campaña, por lo que garantizamos que el abastecimiento está asegurado.

¿Cómo están parados en otros mercados?

Ipesa tiene 50 años procesando polietileno y el silobolsa irrumpió en el mercado hace 20 años. Desde el inicio hasta hoy el crecimiento fue exponencial y en los últimos tres años se dio una estabilización del mercado en relación con el volumen de producción. Hoy copiamos el volumen de producción, y la cosecha define el volumen de ventas. En el mercado exterior viene creciendo año tras año porque se vienen desarrollando nuevos mercados, y están incorporando la tecnología. Estamos presentes en unos cuarenta países a nivel mundial, desde Estados Unidos, Sudáfrica y Australia y el Mercosur; en algunos casos, como Brasil, consume el 50 por ciento del volumen de lo que exportamos.

¿Hay diferencias de tecnología respecto de otros países?

La tecnología para embolsado de grano seco se desarrolla en la Argentina. Si bien las reservas forrajeras eran una práctica habitual, era una tecnología que al principio la importábamos pero a partir del desarrollo en nuestro país esta tecnología se trasladó a la exportación. Surge acá y se desarrolla afuera, y hay desarrollo de maquinaria para embolsado de grano seco y la bolsa es el insumo indispensable. Toda la fabricación para la Argentina y para exportar sale de nuestra planta en Tierra del Fuego, más precisamente en la ciudad de Río Grande. ¿Los insumos?, es un producto a base de polietileno que tiene su commoditie con valores internacionales, por lo que copiamos ese valor. No hay problemas de abastecimiento y estamos con muy buena producción, pro lo que llegamos al inicio de cada campaña con la provisión necesaria para cubrirla totalmente. Ya tenemos la provisión asegurada, porque logísticamente es complicado abastecer en el momento de la cosecha. Se distribuirán alrededor de 300 mil bolsas en los campos argentinos, y eso implica todo tipo de bolsas y de uso. Tenemos una red de distribuidores que son entre 300 y 400 bocas en todo el país.

¿La situación económica ha influido en la venta del silobolsa?, ¿el productor espera a último momento para invertir y comprarlo?

Lo que a nosotros nos marca la demanda es el volumen de cosecha. El año pasado tuvimos una baja en las ventas, pero este año hay una creciente y ya llevamos un volumen respecto del año anterior, por lo que esperamos superarla en un 20 o 30 por ciento. Lo que sí se nota es un tema financiero, más que una necesidad de la bolsa. La bolsa hoy es una herramienta indispensble porque le resuelve muchos aspecto que tienen que ver la logística, la comercialización, la oportunidad de cosechar en el momento justo evitando pérdidas y deterioro de los granos. Como consecuencia de eso, sabe que la bolsa es una herramienta necesaria y él sabrá si puede comprar determinada cantidad de manera anticipada. Pero se da una constante en todas las campañas: la demanda se concentra en el momento de la cosecha, porque independientemente que no piense embolsar pero si se dan lluvias que puedan perjudicar los caminos o demoras en los puertos o falta de camiones, la única alternativa es embolsando y almacenar en el propio lote, minimizando las pérdidas tanto económicas como materiales.