El proyecto de las cajas surgió a partir del taller de arteterapia a cargo de la profesora Karina Nuñiez, al cual se sumaron Ana Luz Piano (Profesorado de Artes Visuales), Evangelina Moris (Profesorado de Artes Visuales), Valentina Keringer (Licenciatura en Artes Plásticas) y Maira Martínez (Profesorado en Educación Primaria).

"La idea era trabajar la iniciativa original en equipo, que sea más amplio, y cuando surgió el programa Acceso Joven se sumaron las chicas", contó Nuñiez.

"A través del proyecto sumamos experiencia más allá de nuestra carrera y de lo educativo. Nos suma mucho en lo social, porque el proyecto de arteterapia se basa en ayudar a las personas que estén en situación de encierro por la pandemia u otras", sintetizaron las responsables de la iniciativa.

Las cajas "ayudan a quienes necesitan hacer actividad y distraerse", resumieron las chicas, y agregaron que se hace un seguimiento de la persona a la que le llegan.

"Necesitamos saber cuál es la necesidad para poder entregar las actividades adecuadas a ella. Las cajas no son iguales, porque cada uno tiene una necesidad", comentaron, y detallaron que se han repartido casi 200 a personas con discapacidad, al Hogar de Ancianos, al Hogar de Niños, aislados por Covid y alumnos de los talleres.

El proyecto se articula con los responsables del control de foco de la Secretaría de Salud, además de alumnos, el Servicio Local y la Dirección de la Tercera Edad de La Madrid.

"Buscamos a quienes las necesiten: parientes, vecinos, a quien sepamos que está aislado o que no puede salir de su casa por distintas cuestiones. Les llevamos las cajas que son específicas para cada edad, porque no es lo mismo un adolescente que un niño o un adulto mayor", comentaron.

Cada caja, un mundo

Las particularidades de las cajas es que van decoradas y con el nombre de quien la recibe "para que se sientan identificados cuando les llega", detalló Ana Luz Piano.

La "caja base" cuenta con elementos simples que buscan que las personas exploren para trabajar la imaginación y la motricidad. Las primeras fueron entregadas a pequeños cuando en General La Madrid hubo un pico de casos de coronavirus.

"La idea es que haya un seguimiento y un intercambio para ver qué se descubre a partir de la observación y la escucha que es lo que requiere la gente. Hay quienes necesitan trabajar la parte motriz y otros la cognitiva. Cada uno tiene sus características y por eso tiene continuidad con las devoluciones", se explayó Nuñiez.

Las jóvenes subrayaron que las cajas "ayudan especialmente a los adultos mayores que con la pandemia están aún más encerrados que antes" y la propuesta "les brinda un rato de distracción".

"Lo primero que llega es el agradecimiento con el contacto. Desde el momento que le decís cómo se llaman ya están contentos y cuando nos mandan las fotos de los trabajos se nota que están alegres", mencionaron.

"Hay curiosidad. Ya desde el momento en que te llega una caja cerrada con tu nombre y empezás a sacar los distintos elementos genera esa incertidumbre y hay pertenencia. Las cajas van personalizadas y eso tiene un valor emocional muy importante en este momento. Se agregan material exploratorio reciclado: plumas, telas, globos... y las obras que salen son libres y son hermosas", resaltaron.

Más allá de la experiencia

Las jóvenes que integran el proyecto de arteterapia estudian distintas carreras. "En lo que estudiamos no tenemos este tipo de experiencias. Acá estamos ayudando a un montón de gente que lo necesita y es en nuestro pueblo", destacaron.

"Sumarse a esta iniciativa es un poco devolver lo que nos han brindado a nosotras", coinciden las impulsoras.

"Cuando estás ayudando a gente que está encerrada o que la está pasando mal es emocionante, porque cuando entregás la cajita te lo reagradecen", indicaron. "Sumamos experiencia en nuestras carreras, pero sobre todo ayudamos a los más chicos que no están acostumbrados a estar encerrados", valoró Evangelina Moris. "Desde nuestro lugar estamos haciendo algo útil para personas que no pueden venir al Complejo", recalcó Valentina Keringer.

"Cada caja va con una carga de cariño a cada persona y las devoluciones son excepcionales", insistieron.

El proyecto de arteterapia se propone identificar al alumno como parte fundamental. "Cuando nos convocaron desde control de foco nos pedían cierta cantidad de cajas estandarizadas, pero nosotras necesitamos su nombre y su dirección para entregarlas en persona, y los resultados se ve en la devolución. Cuando llega la caja con tu nombre es un plus", acentuaron.

"Todo tiene que ir surgiendo de manera natural. La idea es que aquellas personas que están en situación de encierro y no concurren a ninguna institución es hacer un seguimiento. Vamos viendo la necesidad de cada uno", expusieron.

Las cajas llegan tanto a niños como a personas adultas. "Los pequeños van descubriendo y juegan; lo que sucede con las personas grandes es como que esperan una instrucción pero lo que queremos es que sean libres de explorar y que salga la creatividad. Apuntamos a la creatividad y a la libre expresión, siempre algo sale y te sorprenden. La gente toma a la caja como un desafío y a partir de la curiosidad empiezan a crear", cerraron las impulsoras de la idea.