La sensación es que las líneas de las acciones y el trabajo de un ministerio o una secretaría transita por una calle y por otro carril muy diferente lo hace una Justicia lenta, de espalda y en algunos casos hasta con una mirada machista, mirando una sola parte de la historia.

Al respecto, la funcionaria provincial reflexionó sobre el tema considerando "que es un tema no sólo en la violencia de género. Hay un gran drama de acceso a la Justicia y además ha habido una desviación de no todo, pero de la verdadera función que debe tener. Hay una deuda con la democratización del poder judicial y, cuando decimos la democratización del Poder Judicial, incluimos lo que tiene que ver con la perspectiva de género".

Luego agregó que "hay gente del Poder Judicial que trabaja mucho con la gestión en los temas de violencia, pero sabemos que en general hay puertas que no se abren y a veces que necesitamos que ese Poder Judicial se democratice y que responda a las necesidades de justicia de toda la población y para las mujeres; eso es una prioridad".

Sobre avances al respecto explicaba que en el Ministerio "hemos construido una mesa de interpoderes donde se sientan las principales autoridades del Poder judicial, del Poder Legislativo y el Ejecutivo, donde estamos construyendo una agenda de trabajo en este sentido. Necesitamos que escuchen a las víctimas, que se las atiendan, y un Poder Judicial que no dé la espalda. No puede haber jueces y juezas que les parece que no aplican la ley o no la miran. Dicen que no es un agravante la violencia de género que se ejerce y les bajan la condena. Por eso decimos que hay que cambiar el enfoque y hay que mirar también que se hace con los agresores", finalizó.