Roberto De Ruyver –director del Instituto de Clima y Agua del INTA– señaló que "cualquiera sea el fenómeno que lidere –Niño o Niña–, el verano nunca se escapa de tener una cierta cantidad de días en los que se combina una ola de calor sin precipitaciones. Pasa todos los veranos y es normal".

"Son muy comunes los períodos sin lluvias combinadas con olas de calor", repitió, al tiempo que reconoció que faltan precipitaciones que traigan alivio de la mano de un frente frío.

"Cuando no llueve las temperaturas mínimas no bajan de 20°C/22°C en las zonas de calor y con esas mínimas elevadas, no hay descanso", indicó De Ruyver.

"Cuando esto sucede, es inevitable que sufran los cultivos. Es normal y esperable"

Por lo general, en los años con condiciones Niña, la influencia al déficit de lluvias sobre zonas productivas de la Argentina es notoria en primavera y este año, eso no pasó.