LA NUEVA ESTADOS UNIDOS QUE ASOMBRA
El combinado americano se presenta al Mundial con un sistema táctico renovado, mostrando una nueva estrategia en comparación a competiciones pasadas.
Estados Unidos se encuentra en una misión en el baloncesto, buscando recuperar su lugar en la cima después de una decepcionante actuación en la Copa del Mundo de China, donde España se coronó como campeón. A medida que pasa el tiempo, cada vez más selecciones desafían a los norteamericanos, ya no temiendo enfrentarse a aquellos que alguna vez parecían invencibles.
Emular los éxitos de las selecciones estadounidenses de 1992, 2008 o 2012 parece casi imposible en la actualidad. En lugar de tener a las mayores estrellas del mundo jugando juntas en busca de la medalla de oro, estos últimos torneos han dado lugar a jugadores con un perfil más bajo, aunque siguen siendo estrellas destacadas a nivel global. Estos jugadores no buscan acaparar los focos, sino demostrar su valía más allá de sus fronteras y disfrutar de competir en campeonatos internacionales, algo que solo han experimentado en categorías inferiores.
Cada convocatoria para la selección introduce a un nuevo debutante, y cada partido presenta nuevos sistemas tácticos. Los jóvenes jugadores estadounidenses están ansiosos por demostrar su talento y competir al más alto nivel. Aunque los nombres de LeBron, Durant, Harden y Curry ya no estén en la lista, estos nuevos jugadores están dispuestos a escribir su propia historia y llevar a Estados Unidos de regreso a la cima del baloncesto mundial.
En medio de la incertidumbre y la transición que se vive en la NBA, un nuevo grupo de jugadores menos experimentados ha asumido el liderazgo. Jóvenes como Anthony Edwards, Brandon Ingram, Jalen Brunson y Paolo Banchero, entre otros, han sido convocados con la misión de restaurar el prestigio perdido de Estados Unidos en el baloncesto internacional.
Si observamos la historia, hemos visto cómo las individualidades han sido protagonistas en los Mundiales y Juegos Olímpicos durante décadas. Las estrellas solían llevar a su equipo a la victoria sin mucho esfuerzo. Sin embargo, este año se espera que las cosas sean diferentes. Aunque el equipo de Estados Unidos solo ha tenido un partido de preparación contra Puerto Rico (que ganaron 117-74), parece que Steve Kerr, el entrenador, está apostando por una estrategia de juego en equipo y colaborativo.
El 25 de agosto comienza el camino de la redención, de recuperar lo que parece suyo. Estados Unidos quiere volver a dominar y, aunque lleve un equipo poco reconocible, el talento sigue ahí, y son los máximos favoritos para conquistar el mundo.
Por: Agustín Rúbare