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"Pentecostés", ¿oíste este nombre? Así se designa el día en que el Espíritu Santo vino a morar en los seguidores de Jesús. Este es el día en que nació la Iglesia. Está narrada en el libro de los Hechos de los apóstoles capítulo 2. El Espíritu de Dios descendió sobre los primeros seguidores de Jesús y comenzaron a hablar en distintos idiomas. Decía el papa Francisco celebrando Pentecostés: "El Espíritu ‘no es una cosa abstracta’, es una Persona que nos cambia la vida: como les sucedió a los apóstoles, todavía temerosos y encerrados en el Cenáculo, a pesar de haber visto a Jesús resucitado, y después de Pentecostés "impacientes por llegar a límites desconocidos" para anunciar el Evangelio, sin miedo a dar la vida" (9 de junio de 2019).

En otra ocasión afirmó: "El Espíritu Santo lo hace todo, pero no se le ve. Se pueden ver sus efectos, pero se necesita un corazón abierto. (...) Habla todos los días, en silencio, en medio de nuestro ruido, nosotros, necesitamos hacer silencio para escucharlo. ¿Pero quién es y qué nos dice el Espíritu? Es ‘el desconocido de nuestra fe’, sin Él no somos cristianos, no existe la Iglesia ni su misión" (13 de mayo de 2013).

"Pentecostés", la fuerza del Espíritu, ha llegado, ha sido derramado con abundancia. Ha llegado Aquel que Jesús ha prometido. A diferencia de tantas promesas humanas, que parece que lo único que nos dejan son desilusiones, soledades y abandonos, la promesa de Jesús se ha cumplido. Ahora tenemos esperanza en que las otras promesas también podrán cumplirse. Ya no estamos solos porque somos comunidad el Señor está en nosotros.

¿Qué diremos para celebrarlo? "Te agradecemos que habites en nosotros, que hayas querido ser el sello del Dios vivo en nosotros, el sello que nos hace propiedad suya. Quédate con nosotros. No nos dejes. No nos dejes en la amarga lucha de la vida. No nos abandones al fin cuando todos nos abandonan. Ven Espíritu Santo". (Karl Rahner)

Al día siguiente de Pentecostés se celebra a María Madre de la Iglesia .Es un título con el que la Iglesia católica honra a la Virgen María, de modo oficial, desde el Concilio Vaticano II. "Ella estaba allí, con los Apóstoles, cuando vino el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia y María es su Esposa. (...) Ella concibió a Jesús por obra del Espíritu, y cada cristiano, cada uno de nosotros, está llamado a acoger la Palabra de Dios, a acoger a Jesús dentro de sí y llevarlo luego a todos. María invocó al Espíritu con los Apóstoles en el Cenáculo: también nosotros, cada vez que nos reunimos en oración estamos sostenidos por la presencia espiritual de la Madre de Jesús, para recibir el don del Espíritu y tener la fuerza de testimoniar a Jesús resucitado". (Papa Francisco, abril de 2013)

(*) Angélica Diez, Misionera de la Inmaculada Padre Kolbe, Olavarría.