La tierra de los Catriel cumple 141 años
Debe ser una de las únicas localidades donde aún pasa el lechero todas las mañanas con su carro y ese caballo que ya conoce el recorrido de memoria. El Cholo Corridoni está cada madrugada juntando la suficiente leche para abastecer a los cientos de vecinos de la localidad de Sierras Bayas que aún consumen lo que sus vacas producen. Y en ese recorrido de saludos, caramelos a los más pequeños y "subidas y bajadas" por la geografía del ese maravilloso lugar, el Cholo ve que en estos últimos años el contexto, las fachadas y las caras, han cambiado. Si bien aún hay casas construidas con piedras y algunos espacios guardan la flora típica del lugar, también en el recorrido se convive con lo nuevo.
En ese transitar por las calles de la localidad se suman cabañas con hermosas edificaciones modernas o locales gastronómicos en los que han apostado con muchas ganas familias del lugar.
El Cholo, que vive frente a la zona donde vivió Pedro Galván (último habitante de pueblos originarios del lugar) también ofrece su casa, la Granja "Don Nazareno", para que los fines de semana (pre coronavirus) puedan llegar familias de todas partes a pasear en sus caballos o disfrutar de todos los animales que allí conviven. Además, ese sitio se acompaña por la belleza de la vista del cerro Huecu Fu Hum.
Allí se ha trabajado en estos últimos años para embellecer el espacio abandonado desde hace mucho tiempo y donde el Municipio planifica un sendero para recorrerlo. Los sierrabayenses lo están esperando.Este sitio de una geografía revestida por colores bayos y habitantes que pujan por mejoras en el lugar que aman, mañana cumple 141 años. Para la celebración (que no podrá ser con baile en la plaza o la bicisenda como en ocasiones anteriores), piden a los vecinos que decoren sus casas y negocios con adornos vistosos y que se sumen a una caravana el día 20 de octubre a las 18 horas por la localidad para estar un poco más cerca. Finalizarán el recorrido cantando el Feliz Cumpleaños en la Plaza central.
Crecimiento turístico
Desde hace más de diez años el desarrollo turístico va en aumento. Hay sitios maravillosos como Boca Sierra, Huecu Fu Hum, el Monte de los Fresnos, el Cerro Largo y tantísimos otros que son conocidos y re-visitados por miles de personas que cada año (quizás más en períodos de vacaciones), llegan para dejarse envolver por los colores y los paisajes.
"Viene mucha gente, personas de la zona y de Buenos Aires que busca un lugar de paz y tranquilidad, fácil de llegar, que está a poca distancia de Buenos Aires", explicó el delegado Guillermo Rikal y al mismo tiempo reconoció que "ha mejorado mucho la hostería de la localidad, hay cabañas todo el año para alquilar y se han hecho inversiones privadas muy importantes. También eso está acompañado de inversiones gastronómicas, parrillas, restaurantes que han hecho privados". Eso generó una opción para salir a disfrutar de un momento especial "o para gente de ciudades de al rededor".
Durante el verano lugares como Rincón Soñado con sus piletas, el tren que se ha dispuesto allí y el espacio para hacer un asado son de los más visitados. Lo mismo el Club San Martín que posee las instalaciones preparadas para campamentos.
En época de pandemia mucha gente de Olavarría y Azul se ha acercado a Sierras Bayas y valoran el crecimiento del lugar. Rikal vio que durante estos fines de semana pasado hubo "personas que hacía años que no venían y se quedaban sorprendidos de los lugares".
Al mismo tiempo se ha sabido aprovechar la geografía con subidas y bajadas más o menos abruptas y se realiza la Hi Race, carrera que año a año convoca a mayor cantidad de participantes de todo el país.
Sierras Bayas es el pueblo de los bailes en la Plaza 17 de Octubre, de las caminatas por las sierras, del Monte de los Fresnos como espacio de paz y escenario para fotografías. De personas solidarias, emprendedoras, con ganas de crecer y siempre dispuestas a mantener las tradiciones vivas. Es la anfitriona de la llegada de los Reyes Magos, el lugar donde se come el mejor choripan de la zona y donde se disfruta de lo simple que ofrece la naturaleza que, a su vez, es tan especial.
La vida en estos 141 años del pueblo se ha ido modificando por diferentes acontecimientos. Y lo bueno es a pesar del deterioro de algunos de sus sitios más preciados, supo crecer.