Luego de la noticia sobre el fallo adverso en relación con el juicio de los fondos buitre, el mercado local giró en torno a ello. La mayoría de las variables se vieron afectadas y operaron con gran volatilidad en un comportamiento que será el que marque la tendencia hasta que la causa tenga una resolución firme.

No hay dudas que la atención se sigue concentrando en la negociación entre los fondos y el Gobierno y en el pago que deberá realizarse el día lunes el cual totaliza unos USD 1000 millones (USD 225 millones a depositarse en EEUU) del cupón de intereses del Bono Discount. En este último sentido, es importante recordar que el Gobierno pidió que se vuelva a poner en práctica la medida cautelar para hacer frente al vencimiento en tiempo y forma del pago a los acreedores que ingresaron al canje sin que sean embargados los fondos que se depositen en el exterior, cuestión que fue rechazada por el juez Griesa.

Como era de esperarse, luego de la euforia en los mercados de principios de la semana, el día siguiente fue una rueda de toma de ganancias. Los negocios cayeron respecto a las últimas ruedas mostrando cierta mayor cautela. La tendencia también fue negativa tanto en el Merval como para los bonos. Insistimos que este comportamiento se da dentro de una toma de ganancias generada por el incremento en la cotización de los títulos por un eventual resultado positivo de las negociaciones con los fondos, y en un marco en donde se proyecta que la volatilidad se mantendrá elevada en el muy corto plazo.

Con respecto al dólar, se observó una leve recuperación dentro de la misma lógica en la que operó el Gobierno. El contado con liquidación operó prácticamente estable en $ 10,12, mientras que el denominado dólar "Bolsa" subió (levemente) para cerrar entorno a $ 10,80. Por su parte, el oficial se mantuvo estable y el marginal cotizó en niveles levemente arriba de los $ 12,10.

Yendo al pleno puramente financiero, también destacamos cierto nuevo calentamiento en las tasas -ante mayores demanda de efectivo por aguinaldos y presión por al paro de los camiones de caudales- y la licitación de letras del Banco Central en la que nuevamente inyectó unos $ 800 millones al mercado local, efectuando una política contraria a la que venía practicando meses anteriores donde el mayor objetivo era extraer dinero circulante del mercado.