La madera forma parte de la historia de las viviendas de los hombres desde el periodo Neolítico. En aquellos lugares donde los refugios o abrigos naturales no le proporcionaban la seguridad suficiente, el hombre comenzó a fabricar chozas. Probablemente, uno de los primeros materiales utilizados para ello, si no el primero, serían las ramas de madera seca que recolectaba del suelo, junto con las ramas que podría desgajar por la fuerza de los árboles. Pasado el tiempo, las hachas y cuchillos de piedra afilada le permitirían cortar troncos, cada vez más gruesos, y desbastarlos hasta conseguir un material de construcción cada vez más sólido.

Ya con la civilización desarrollada, los países de Europa, especialmente los escandinavos, eligieron la madera como el principal material de construcción, muy estimado por sus cualidades isotérmicas. En Estados Unidos, la madera fue desde el principio, y sigue siendo, el material de construcción más consumido. Recientemente, y gracias a los tratamientos a los que se la somete, la madera recuperó su buena fama como material de construcción fiable en la Europa Mediterránea, por esas mismas cualidades isotérmicas, su sostenibilidad y porque demostró su excelente comportamiento en caso de incendio (las columnas de madera al sufrir un incendio no se colapsan, arrastrando al edificio que sustentan, sino que se ennegrecen y endurecen, con lo que evitan el derrumbe).

Lo cierto es que desde siempre las cabañas fueron uno de los prototipos de viviendas más populares y deseados por muchas personas en todo el mundo. 

En Olavarría hay muchos constructores de cabañas. Uno de ellos es José Donato que junto a Laura trabajan en la firma Cabañas Donato (2284-552299). "Damos la posibilidad de tenerlas y construirlas en Olavarría y somos de acá", comentó desde la obra que realizan en una vivienda en Villa Aurora. 

Ambos empezamos el proyecto de construcción de cabañas "por necesidad propia de una vivienda. Soy carpintero hace 30 años y fui aprendiendo el oficio y nos propusimos una casa y pensamos en hacernos una cabaña. Nació así Cabañas Donato hace varios años", contó.

El trabajo es completamente artesanal y por eso, trabajan de a una cabaña a la vez. De acuerdo a las dimensiones y el diseño, varía el tiempo de culminación pero, en general, va de 3 a 4 meses de acuerdo al contrato que elaboran. "Lo que lleva mucho tiempo es armar la tirantería, las bases, porque hacemos todo desde cero", lo único que hay que tener es un terreno en condiciones aptas para la construcción. Respecto de las medidas y el diseño, todo será cuestión de planificarlo con José.

Muchos eligen las cabañas porque es una construcción segura y firme. "No hay problemas de rajaduras de paredes, de humedad", aseguró. José mismo, a partir de su propia experiencia, expresa "es hermoso, nosotros siempre vivimos en casas de material y cambia mucho. Son ambientes fáciles de calefaccionar, se mantiene la temperatura todo el año. En invierno mantiene el calor y en verano es fresca". Además, "el aroma a la madera que notan quienes llegan a tu casa" es difícil de igualar.