En lo que va del año, la salida de vacas con destino faena ha superado los 2,5 millones de animales, lo que representa un aumento del 23 % respecto al año anterior. La faena de hembras ha ingresado en una fase de liquidación de vientres, un hecho que se destaca en el informe del Rosgan debido a que la faena se está produciendo de manera sostenida y en un momento que no es el habitual. El impacto de esta situación se podrá dimensionar completamente en los números de stock hacia el final de este ciclo. Según el informe del Rosgan, "En lo que va del año, la salida de vacas con destino faena supera los 2,5 millones de animales, un 23 % por encima de lo procesado el año pasado". 

La Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario ha resaltado que, en octubre, la faena acumulada asciende a 12.181.087 de cabezas, lo que representa un incremento del 10 % respecto al mismo período del año anterior. La liquidación de hembras presenta diversas aristas, siendo una de ellas la sequía. A pesar de esto, los números continúan en aumento y, de mantenerse esta situación, podría comprometer la reposición de vientres. Según el Rosgan, "Ponderando la magnitud de lo que se está faenando y la duración de este período con elevadas tasas de contribución de hembras en la faena, ya podemos estar categorizando este momento como una definida fase de liquidación, cuyo impacto se terminará de dimensionar con los números de stock a finales de este ciclo". 

Liquidación de hembras

La situación de la faena de hembras en la Argentina ha sido un tema de gran impacto en los últimos años. En 2019, la liquidación de hembras fue el hecho más relevante, y aunque las tasas de participación de hembras en la faena se mantuvieron elevadas durante varios meses, existen aspectos que marcan diferencias entre los casos. Este año, la situación es aún más grave y la sequía se presenta como la principal responsable. Según comentarios de Rosgan, el total de cabezas faenadas este año es un 6% superior al número registrado en 2019. 

Es importante destacar que, en 2019, la elevada extracción de hembras se produjo por motivos muy diferentes a los actuales, lo que dejó como saldo al final del ciclo una disminución de aproximadamente 560 mil vacas y cerca de 230 mil vaquillonas en stock. En términos totales, se registró una disminución de 790 mil vientres en producción. Aunque parte de este número corresponde lógicamente a un refugo natural de hembras con bajo nivel de eficiencia productiva, la realidad es que el impacto observado al año siguiente resultó en una reducción de aproximadamente 650 mil terneros en stock. 

Esta situación plantea desafíos significativos para el sector y requiere de acciones concretas para mitigar sus efectos a corto y largo plazo. El análisis detallado de estas cifras y sus implicancias será crucial para el diseño de estrategias que contribuyan a la recuperación y estabilización del sector ganadero en el país.