Mientras los Arzoz trabajaban en la organización de lo que iba a ser el anteúltimo remate de 2022 en las instalaciones feria de la Sociedad Rural de Tres Arroyos, Ricardo recibió un llamado de un productor ganadero de la zona de De la Garma. El hombre tenía para vender un toro y quería sumarlo a la oferta que iban a ofrecer los consignatarios en su novena subasta de hacienda general del año realizada el primer viernes del mes. Una hora después Tomás ya se había encargado de organizar la logística para que el animal formara parte del encierre.

Mejor ejemplo de lo que significa el remate feria de hacienda, imposible. Mejor ejemplo para entender el valor de lo logrado por Ricardo y Tomás Arzoz, padre e hijo, consignatarios y martilleros, en estos últimos tres años, tampoco.

De la mano del trabajo de los Arzoz, siempre en conjunto con la firma tandilense Sucesores de Brivio, Tres Arroyos -un partido con muy buenos campos agrícolas, pero con una histórica tradición ganadera- recuperó su plaza feriera después de más de dos décadas el ambiente ganadero ya sabe que el primer viernes de cada mes hay remate en las instalaciones feria de la Sociedad Rural local.

Todo mérito de Ricardo y Tomás que, a base de esfuerzo, trabajo y, sobre todo, ganas de volver a darle vida a los corrales tresarroyenses, se convirtieron en profetas en su feria.

En este 2022, los Arzoz y Sucesores de Brivio llevan realizados remates en marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre y noviembre; y les queda por llevar a cabo "El Especial de Fin de Año", a concretarse el 2 de diciembre, claro, el primer viernes del último mes del año.

A diferencia de 2020 y 2021 los consignatarios también organizaron la subasta correspondiente a septiembre, una fecha que no la tenían planificada porque es un mes en el que están a full con los remates de cabañas. Sin embargo, a pedido de varios de sus clientes, decidieron también realizar la venta de gordo, invernada y cría.

"Para nosotros fue sumar trabajo en un momento en que teníamos ya demasiado, pero también una gran satisfacción que nos pidieran que lo hiciéramos porque es la mejor demostración que la feria en Tres Arroyos está más viva que nunca", explicó con orgullo Ricardo.

En las nuevas ventas realizadas en lo que va del año, en total fueron ofrecidas más de 6.000 cabezas, y el número de remitentes en varias oportunidades superó los 50. En algunos remates hubo hacienda remitida hasta de Benito Juárez, partido ubicado a 100 kilómetros de Tres Arroyos, y que tiene mucho más cerca localidades con larga tradición feriera.

Una situación impensada un par de años atrás.

Si se pone la lupa sobre los compradores, también hay datos para destacar. Muchos fueron de la zona de influencia de Tres Arroyos, pero también fue importante el número de los llegados desde lejos, como Rosario y La Pampa, entre otros. Sumado a la permanente presencia de representantes de frigoríficos zonales y también de distintos distritos bonaerenses.

Volver a ser

"Se ha armado una plaza, un mercado, y eso nos pone muy contentos. Hemos tenido valores similares o superiores a los del Mercado de Liniers, pero en Tres Arroyos, a 500 kilómetros. Eso marca una tendencia muy importante, un mercado de referencia para todo lo que es hacienda de faena", explicó Ricardo, que lleva 42 años martillando en ferias y remates de reproductores.

"Con el 'Especial de Fin de Año' de diciembre vamos a completar 10 remates en el año, un desafío que nos habíamos puesto y que vamos a cumplir. Esto es gracias a los clientes que nos vienen acompañando y también al trabajo que realiza Sucesores de Brivio desde Tandil", aportó Tomás.

"Tres Arroyos había dejado de ser desde hace varios años una plaza feriera y logramos revertir eso. Para nosotros es un halago haber podido llegar a ese volumen de hacienda, estamos muy agradecidos con toda la gente que de alguna manera está involucrada en lo que hacemos nosotros", indicó Ricardo.

Hay que recordar que la intención de recuperar la plaza data de fines de 2019, y si bien comenzaron a dar algunos remates, la pandemia desatada a partir de marzo de 2020 obligó a retrasar los planes.

"Lo importante es que Tres Arroyos volvió a posicionarse como una oportunidad para el pequeño y mediano productor que quiere vender cinco, 12 o 15 animales.

Y también tenemos frigoríficos zonales muy importantes, y acá le damos la chance de que tengan una plaza para abastecerse una vez al mes", agrega Tomás.

Como ayer

Haber conseguido hacer resurgir la feria es un tema que llena de emoción a Ricardo, seguramente porque es algo que no se había imaginado que iba a lograr. "El viernes antes del remate miraba todo lo que se había encerrado y pensaba cuánto tiempo me costó volver a esta continuidad en la feria. Allá por el año 91 dejé de dar remates, y ver los corrales llenos me hizo recordar aquellas épocas", cuenta.

Y si tenía una carga emotiva la escena de ver los corrales llenos de animales como en los viejos tiempos, más gratificante y movilizante fue porque junto a él estaba su hijo Tomás. "Tiene una garra impresionante y el mérito de haber recuperado la feria es prácticamente todo de él", asegura el Arzoz mayor.

"Esto que me pasa en lo personal, me hubiera gustado que hubiera ocurrido 10 años antes.

Siempre fue mi ilusión lograr esto, soy feriero de alma. Pero agradezco que me haya llegado junto a alguien que es apasionado y más loco que yo dentro de este negocio", agrega sobre su hijo.

Entonces, el Arzoz menor pide la palabra y aclara: "Esto es un trabajo en equipo, acá nadie es más importante que nadie. Y hay que reconocer el trabajo que hacen desde el escritorio las chicas, que nos cubren las espaldas, y el apoyo de siempre de la familia".

Feria jerarquizada

Pasión y trabajo al margen, el resurgir de la feria tiene un condimento fundamental que tiene que ver con una demanda que valora este tipo en encierres. "Hoy el interior tiene compradores, como los frigoríficos zonales y regionales, y además se revirtió la imagen de los remates feria. Ahora la gran mayoría de los consignatarios que hay en el interior le han dado a la feria una jerarquía que no la tenía diez años atrás", analiza Ricardo.

"Se ha profesionalizado la feria, y mejoró también la conexión con los clientes. Además, algo fundamental, antes no encontrabas la calidad de hacienda que se ofrece hoy", comenta el martillero.

No hay mejor música para los oídos de los Arzoz que suene el teléfono para ofrecerles seis o siete o nueve animales para vender. Y más satisfacción les da que no les pregunten cuándo será la subasta: ya está instalado que los primeros viernes de cada mes, entre marzo y diciembre, hay remate en la feria de Tres Arroyos.

Como en las viejas épocas. Pero mejor.