Siguiendo esta línea cronológica, hace algunos días se cumplieron 110 años desde que el templo lamatritense comenzara a tomar la forma definitiva. En estas semanas justamente se están realizando trabajos de mejora.

"Cuesta mucho mantenerlo", reconoce el padre Eduardo Campion. "Protesto un poco con los edificios grandes, pero hay que mantenerlos...", dice con una sonrisa.

"Se puede ver la belleza con lo que se ha hecho y es como que uno se siente mejor ante algo que es tan lindo", suma luego. Recientemente se hicieron refacciones en la casa parroquial y se trabajó en el templo.

"En los arreglos habituales y pequeños, además de pagar los servicios, con lo que la gente colabora nos alcanza. Además hay muchísima gente que colabora gratuitamente, hacen trabajos que ayudan muchísimo en el día a día. Cuando juntamos un poco más de dinero, gracias a los ‘socios colaboradores’, eso nos ayuda a obras más grandes: pintura y arreglos", menciona.

La última obra importante fue descubrir un vitral que había sido tapado -se supone que fue años después de la construcción original- y así se encontró la imágenes de Santa Teresita y San Tarsicio.

"Muchas veces salimos a pedir colaboración porque no se han podido hacer los bonos ni las habituales actividades de fin de año que nos permiten tener otras entrada de dinero", comenta Campion, quien destaca que ello no sólo sirve "para recaudar, sino para hacer una sana reunión de gente y transmitir la fe".

"Hay que ser cuidadosos de mantener el estilo original", explica el padre Eduardo sobre la posibilidad de hacer reformas estructurales en la iglesia.

"Hubo tiempo que se destruyó mucho, fue en la época de 1960. En muchas iglesias, que eran bellísimas, se cambió la parte interna: se simplificó y se sacaron imágenes para volver a la idea de que el centro de nuestra vida cristiana es Jesús. Pero no había que destruir, en todo caso enseñar; las imágenes tienen que ayudarnos a nuestra finalidad, que es Cristo", analiza.

"Los templos han sido construidos con mucho esfuerzo y la colaboración de la gente. No respetar eso es no respetar a las familias que ayudaron", agrega, e insiste que hay que "respetar las formas originales".

En caso de que haya que "hacer una actualización, yo consulto a un arquitecto, y si es uno que tiene fe, mejor, porque entiende que es un ambiente de oración", agrega.

Cuestión de fe

Cada 2 de febrero, la fe cristiana celebra el Día de la Presentación del Señor. Casualidad o causalidad, en 1911 ese día se colocó la piedra fundamental de la parroquia Nuestra Señora del Carmen.

"Cuarenta días después del nacimiento del primer hijo varón, los padres debían presentar al niño en el Templo y la mujer tenía que hacer un rito de purificación. Justo se eligió la fecha para poner la piedra fundamental de nuestra iglesia, así que es un buen signo... Jesús es presentado en el Templo, y la parroquia comienza a construirse, es un lindo signo del comienzo para decirle que se haga presente en medio de nosotros", analiza el padre Eduardo Campion.

"Templos somos cada uno de nosotros. Dios hace de cada de nosotros su casita, si se lo permitimos. El Templo de piedra debería ser como un signo de cada uno de nosotros, si está lindo es porque lo queremos", dice el párroco de Gral. La Madrid.