"Cuesta, va a doler porque amo lo que hago. Es una decisión personal y deportiva. Doy todo para que crezca el básquet femenino, pero hay muchas trabas exteriores para que suceda. El desgaste es grande, son siete años acá, en Ushuaia y La Plata. Lo tomo como un descanso, veré si hay alguna propuesta", comentó sobre la decisión.

"Lucho" estuvo al frente de los planteles albicelestes desde la reimplementación de la actividad en Racing. "Soy profe y trato de hacer lo mejor en lo que estoy haciendo. Venir al club para mí no es un trabajo sino que es como un descanso, porque en la cancha disfruto mucho... no estar es lo que más me duele, porque con las chicas comparto mucho más que el básquet", apuntó.

"El básquet femenino lo terminé de descubrir cuando vine a La Madrid. Ellas no tenían nada o muy poca continuidad, entonces el día a día me llevó a descubrirlo y atrapando el entorno, porque son predispuestas, cariñosas y pelean por lo mismo que uno, y eso está buenísimo porque necesitan compañía".

"Ha cambiado mucho el deporte para las mujeres. Antes había una o dos disciplinas y ahora tienen alternativas; las chicas tienen que tener su lugar en los clubes y en todos los lugares. Yo comparto la idea de lo mixto, es el punto de inflexión más allá de las diferencias físicas y fisiológicas. Se logró mucho en poco tiempo y está buenísimo que la apertura de los clubes sean para todos, y que haya actividades tanto para las chicas como para los chicos", concluyó el entrenador.