Generalmente se hacen de papa; también hay "alla romana", de sémola de trigo o harina de maíz, y existen variaciones regionales y locales, entre ella las que les incorpora ricotta. Son tradicionales -y muy apreciados- del noroeste italiano.

La palabra gnocchi (gnocchi es el plural de gnocco, cuyo significado es "bollo" y también "grumo", "pelotilla" en italiano) aparece frecuentemente en castellano como ñoqui o ñoquis.

El origen de los ñoquis se remonta al siglo XIX, en un pueblito italiano del Piamonte, y se relaciona con una estricta motivación económica, la pérdida de las cosechas de trigo. Por ese entonces ya se cultivaba la papa, aunque se destinaba exclusivamente a alimentar a los animales. Sin embargo, dada la miseria en que se encontraba sumido el pueblo, una vez más la creatividad humana rindió sus frutos. De alguna imaginación aventajada surgieron los ñoquis de papa, salvando así a la población de pasar hambre.

En los primeros tiempos, se llamaron zanzarelli (mosquitos), de miga de pan, leche y almendra, luego cambiaron a malfatti (mal hechos) con harina, agua y huevo. Los signori (señores feudales) aumentaron el precio de la harina de trigo, y por esto los contadini (campesinos) experimentaron con puré de papas para reemplazarla. Casi siempre se consume al tuco (tomate, carne de vacuno y cebolla) con queso parmesano.

Lo cierto es que llegaron a este continente de la mano de los emigrantes italianos.

Hay quienes aseguran que fue Alessandro Volta, el famoso físico italiano, el que se atrevió a cultivar por vez primera la patata en Italia, allá por la segunda mitad del XVIII.

Volta, consciente de las ventajas para la alimentación de este tubérculo, tan versátil en la cocina, regaló algunos plantones de patata a su amigo Vincenzo Virginio, agrónomo responsable de la difusión del cultivo por toda la región.

Al principio se llamó "pomi di terra", nombre que han conservado los franceses, manzana de tierra, o "tartifole", como se podía ver anunciada en los mercados de Turín en 1803. El nombre patata, "patate" en italiano, es en realidad una confusión entre el término original americano, papa, y el de otro tubérculo emparentado, la batata.

De la patata al ñoqui hay un paso breve. En el Piemonte italiano es un plato con muchas interpretaciones. En algunos lugares se añaden claras de huevo a punto de nieve a la masa. En Cuneese se usa harina blanca y de trigo sarraceno para su elaboración. En Val d´Ossola se usa harina de centeno y de castaña. Incluso en el sur de Italia se prepara una pizza de patata.

El porqué del 29

Como cada día 29, la mayoría de los argentinos tienen la costumbre de comer ñoquis en sus distintas versiones, una tradición que se remonta hace muchos años atrás y que une a las familias en todo el país.

Pero, ¿por qué se eligió los 29 de cada mes para degustarlo?

La tradición de poner dinero debajo del plato, como símbolo de los buenos deseos, simboliza el deseo de nuevas dádivas. Es costumbre dejar un billete o moneda debajo del plato para poder atraer de esta forma suerte y prosperidad al comensal.

La costumbre se remonta a la región del noreste de Italia de Veneto, y según cuenta la leyenda cuando el joven y mártir San Pantaleón pasaba sus días predicando y curando enfermos en esa localidad, todo vestido con andrajos, un día 29 tocó a la puerta de una familia de pescadores que lo invitó comer y le pusieron en la mesa un plato de ñoquis.

Como forma de agradecimiento en ese acto de amabilidad y solidaridad, en un año no muy bueno para la pesca, el santo les pronóstico una notable mejoría en la actividad en los próximos meses.

Cuentan además que cuando el joven se fue, la familia encontró debajo del plato vacío unas monedas de oro, con las que inauguraron esa temporada de prosperidad, por lo que las familias de la región adoptaron esta fecha para degustar esta pasta.

La tradición llegó a la Argentina, específicamente a Río de la Plata, durante la oleada de la migración italiana a América en el siglo XIX y que hasta hoy se mantiene vigente, mes con mes, en todo el país.