Claudia Rafael

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El sobrehacinamiento, el déficit de infraestructura y el encierro mismo generan una conflictividad muros adentro de las cárceles que deriva en sistemáticos castigos disciplinarios de la mano de los llamados "buzones" (calabozos cerrados de castigo sin más comunicación con el exterior que una ranura). Y una mancha más en el legajo que incidirá a la hora de acceder a una morigeración en la pena. En septiembre se puso en marcha un nuevo mecanismo bajo los preceptos de la justicia restaurativa y en beneficio de la comunidad. Arrancó en la unidad 15 de Batán y se fue diseminando por otras cárceles como las 8 y 9 de La Plata, la 4 de Villa Floresta (Bahía Blanca); la 21, de Campana; 47, de San Martín. Y, en breve, la 37 de Barker y, en los próximos días, la 2 de Sierra Chica. Mario Juliano, juez del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Necochea, impulsor del sistema, contó en detalle de qué se trata y a qué se apunta a EL POPULAR. Todo esto genera una notoria disminución de los niveles de conflictividad que se está traduciendo en las estadísticas.

La nota completa en la edición de diario EL POPULAR