Cacho Fernández - cfernandez@elpopular.com.ar

Según Platón, la república era un sistema de gobierno gobernado por los sabios o filósofos, caso contrario sucumbiría en la mediocridad general, de lo cual se puede deducir que lamentablemente estamos condenados.

Los últimos actos, decisiones y definiciones parecen conducirnos al abismo. Por un lado el Presidente, volvió a reclamar una regulación de las redes sociales, la Vicepresidenta y sus adláteres priorizaron la composición de la Corte Suprema de Justicia y ya pusieron al Senado a tratar el proyecto, como si fuera un tema de prioridad nacional. En tanto, el oficialismo pretende instalar en la agenda cotidiana el denominado "discurso del odio" y lo hace como si hubiese una concepción unívoca del concepto.

El Gobierno pretende hablar de ello concibiéndolo como una conducta de la oposición o de los medios a los que denomina como "hegemónicos". Pero vale la pena detenerse en este concepto.

El denominado discurso del odio se parece demasiado a una maniobra para instalar la censura a la libertad de expresión y a la crítica social. Es decir, o viene desde el poder o es una excusa para impedir la crítica social o de la oposición política. Existen experiencias históricas de la utilización que hicieron gobiernos despóticos con conceptos similares a este famoso discurso del odio. El nazismo, el stalinismo, el fascismo italiano y las dictaduras militares crearon figuras como éstas para arrinconar a los opositores y a veces eliminarlos para completar sus faenas represivas.

La asimetría en la relación es decisiva. Porque, como en el acoso sexual ¿se puede hablar de discursos de odio si no media entre emisor y receptor una relación de poder?. Posiblemente no, ya que de no mediar esa relación asimétrica, acusar a alguien sin poder de ser emisor de odios podría ser claramente una argucia para impedir el uso del derecho a la libre expresión. En fin, para pensarlo y podría analizarse con este esquema de análisis lo ocurrido en un Colegio Secundario local para ver si los estudiantes instrumentaron discursos de odio o solo se expresaron libremente bajo el formato de un sketch humorístico. 

 En el tratamiento del aumento de miembros de la Corte Suprema se dieron dos ejemplos que merecen ser analizados bajo estos criterios.

El senador Oscar Parrilli, como exhibiendo osadía y simulando objetividad, lo separó astutamente al miembro de la Corte, Carlos Rosenkrantz, a quien habían castigado duramente hace algunos años, trató de "mafiosos" a los tres miembros restantes del Alto Tribunal con absoluta impunidad porque "se peleaban entre ellos", dijo más o menos así. ¿No es un discurso de odio eso?. Además, ¿también son mafiosos Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa porque "se pelean entre ellos"?. Entonces, en su juicio a la Corte, el legislador no estaba haciendo otra cosa que escupir hacia arriba.

Otra senadora del FDT confundió groseramente democracia con república, somo si fuese lo mismo, de lo cual se podría inferir que la legisladora, por su ignorancia, debería repasar los textos de Instrucción Cívica del secundario.

Versalles

Y las características de esta banda es lo que más debe molestar a Cristina, quien seguramente se debe sentir degradada por haber tenido potenciales victimarios tan dementes, grotescos y delirantes. (Por ahí hubiese preferido algo más épico y con victimarios de otro nivel). De ahí precisamente que le quiera dar alguna dimensión y se pretenda involucrar a esta bandita con algún contenido político o explicaciones simbólicas de envergadura como el famoso "discurso del odio" y otras ambigüedades ad hoc. 

Es que en el atentado no hay otra cosa que locura que se inserta en un clima también de locos, pero de política parece tener poco y nada, o tal vez esta bandita de delirantes sea uno de los emergentes de una política absolutamente degradada, vacía y demencial. La "casta", diría Milei, está al palo, y se manifiesta en varios lados. Argentina se parece cada vez más al Versalles de Luis XIV.

Cristina Kirchner y Mauricio Macri podrían acordar para "pacificar al país", que fue la consigna de Carlos Menem cuando les dictó el indulto a los genocidas de la dictadura. Esta vez el delito es otro pero, como decía alguien, para la política, se haya matado o robado, sigue siendo "más importante la paz que tener razón" y con esa excusa se va a terminar consagrando la impunidad.

Juntos, con su interna

Juntos por el Cambio no parece estar tan juntos y los "amarillos" siguen divididos en halcones y palomas, aunque los primeros son más. Hasta María Eugenia Vidal ya fue cooptada por Mauricio Macri como una potencial vice de alguna fórmula que tenga su aval. Las palomas o moderados solo llevan como candidatos a Rodríguez Larreta y a Diego Santilli en la Provincia. 

En tanto, el radicalismo va por la unidad y parece cerrar alrededor de la candidatura de Facundo Manes en la Nación y Martín Lousteau en la Ciudad contra Jorge Macri que sintetiza a los "amarillos" halcones y a la vez la continuidad de Larreta. 

Martín Lousteau (mide muy bien en la Ciudad) cuenta con la ventaja de que los porteños no conocen nada de la 125 o creen que, por el número, es una línea de colectivos.

De esta manera, con Manes en la Nación y Lousteau en la CABA, el radicalismo presenta la unidad tan ansiada para buscar desde allí el protagonismo político que buscan dentro de Juntos. "Queremos conducir", dijo una fuente, "y por eso proponemos internas abiertas y simultáneas preparándonos para una eliminación de las Paso que quiere el oficialismo". El presidente de la UCR, Gerardo Morales, se bajaría y trabajaría por la candidatura de Facundo Manes.

También Miguel Angel Pichetto habló sobre la eliminación de las Primarias y dijo que "lo más probable que el gobierno nacional termine por quitar el sistema de PASO para dirimir las candidaturas con vistas al año próximo". As su juicio "sería un grave retroceso porque es un cambio de reglas a sólo un año de la elección". Lo dijo en Bahía Blanca en la presentación de su libro "Peronismo o pobrismo" adonde asistieron dirigentes del espacio político "Encuentro Republicano Federal" que conduce el ex senador, entre ellos el olavarriense Mario Cura.

El enojo de Hilario

En Olavarría, el Secretario de Gobierno Hilario Galli llevó a cabo algo que había adelantado por este Diario que fue la entrega de los cheques a los trabajadores que estaban a cargo de la construcción del Plan de Viviendas Industrializadas TUVI. Les abonó "de manera directa a los trabajadores con los fondos retenidos a la firma Mariano Escobedo tras la recisión del contrato por la construcción del Plan de Viviendas Industrializadas TUVI", dijeron oficialmente.

En una entrevista con este medio, Galli objetó duramente el trato de la oposición sobre este tema y el de la venta de terrenos que hoy está en la Justicia del cual el secretario de Gobierno enfatizó: "no hay absolutamente nada que muestre que tuvimos algo que ver. La Justicia no dijo nada", y sobre el programa TUVI sostuvo que "la oposición dicen que nosotros les mentimos a los adjudicatarios y con esas acusaciones no se puede tender puentes de diálogo, pero igual (y pese a todo) lo mantengo con cada uno de ellos". 

Hilario también cree que las elecciones de 2023 serán en un escenario de polarización y sostuvo que las relaciones con los radicales serán como "lo fueron siempre" con acuerdo o con primarias, pero "siempre tuvimos y tenemos buena relación con ellos".

Rupturas

La versión dice que Macri estaría a punto de romper Juntos para formar un frente con Javier Milei, (existen sugestivos acercamientos) una jugada parecida a la de Elisa Carrió cuando lo dejó hablando solo a Pino Solanas. De esta ruptura podría salir un escenario de tres tercios, aunque algo dispares, para las próximas elecciones que solo Dios puede saber a quien favorecerá.

En tanto, Sergio Massa está cada vez más cerca de forzar una interna o, en el último de los casos, romper el espacio porque ya lo combate el Presidente, su amigo de antaño. El caso es paradojal puesto que lo imaginable es que el tigrense terminara al lado de los moderados y al final quedó pegado a los duros (Máximo y Cristina Kirchner) y "peleado" con el albertismo.

En el kirchnerismo, los candidatos que se perfilan serían Wado de Pedro o Sergio Massa, mientras Cristina va por los fueros. Y, de haber Primarias, de ese modo se alinearían estas dos corrientes hacia abajo. No se sabe a quien bendecirá al candidato massista. El "Ñato" Lissalde no parece ser por el enfrentamiento con Facundo Moyano y las denuncias del titular de Sutpa que involucrarían la gestión del hombre de Saladillo.

"La empresa (Aubasa) está quebrada y la quebró este gobierno", dijo Moyano y si bien no dejó títere con cabeza, desde Alberto Fernández hasta Axel Kicillof (y también le pegó duro a Sergio Massa). su denuncia también salpicaría la gestión de Lissalde, el hombre de Massa en la Séptima. Le pedirían explicaciones y también se habla de un posible traslado a otra dependencia.

Por lo tanto, no se sabe aún quien se encargará del armado massista en la Sección. Lissalde ha quedado en una dificil situación (dicen que Eduardo Rodríguez tiene mejor relación con Valicenti para negociara luego el lugar del massismo con el titular de La Cámpora) y Eduardo "Bali" Bucca no parece tener la fuerza política para apadrinar a algún candidato. En tanto, Valicenti hará lo mismo con el kirchnerismo en el que Maxi Wesner parece tener el apoyo del diputado. De todos modos, esto se definirá a través de una encuesta antes de las Paso.

De novela

Lo de la banda de los copitos, ya es un absoluto grotesco, esto es, una alianza perfecta entre lo trágico y lo cómico. Se parecen al grupo de "endemoniados" de Dostoievsky, es decir, un grupito de literales nihilistas dispuestos a inmolarse en una aventura delirante al cien por ciento.

Tal vez sea esto lo que le quita el sueño al oficialismo, que una banda de dementes y delirantes, llenos de vulgaridad, haya estado tan cerca de quitarle la vida a la Vicepresidenta. Cuando uno lee los chats entre algunos de los miembros solo puede pensar que se trata de una película loca, de una ficción inverosimil desde todos los ángulos. Y eso es lo que precisamente generó una incredulidad increible en la gente. Tanto es así que según la encuestadora Sinopsis, el 68 por ciento de los consultados no cree o solo cree un poco de la veracidad del atentado.

Tal vez, esta misma incredulidad por un hecho tan loco y ridículo, no haya contribuido a moverle el amperímetro a Cristina. Efectivamente, según la misma encuestadora, la imagen positiva de la Vice solo creció un punto (de 23 a 24) entre la medición previa y la posterior al incidente.

Como en "los endemoniados", la genial novela del escritor ruso, estamos ante una banda que utiliza la violencia sin ningún proyecto político, es la nada o el código de las redes vinculado con la violencia. Solo faltó, como la obra literaria, que se matasen entre ellos. 

En la novela de Dostoievski, el suicida Kirilov estuvo presente en cierto modo en Fernando Sabag Montiel, y el conductor Stavroguin esta vez fue Brenda, una joven mujer que se ufana en no tener nada que perder y que se banca lo que pudiere venir. El hecho es la representación del nihilismo más delirante que se haya conocido. La locura en la Argentina ya no tiene límites. El país agoniza en la pobreza, el desempleo y la inseguridad y el Gobierno piensa que el número de integración de la Corte es el tema más importante para la gente. Pero la Vice quiso tratar el tema para presionar al tribunal que la juzga, y justo un día antes les envió ese mensaje.