Cacho Fernández

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Sorpresivamente, en pocos años, la seguridad ha ido pasando de la esfera provincial a la municipal. La misma gente, frustrada por la inacción o las falencias provinciales, terminó demandando protección a los intendentes, la misma que le debía dar la Provincia pero que no se la daba. Es decir, en política y en la vida misma, existe también lo que Aristóteles denominaba horror vacui u horror al vacío. Puesto que cada vez que se produce uno, enseguida se lo tapa. Por lo tanto, los municipios fueron tapando por obligación y por demanda popular los agujeros que dejaba abierto el gobierno provincial.

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