Cacho Fernández cfernandez@elpopular.com.ar

Se dice que cuando muchos mandan, no manda -o no conduce- nadie, y eso mismo pasa en ambos espacios enfrentados ?por la grieta. Como la Hidra, varias cabezas suele ser tan aterrador como no tener ninguna. 

Por otro lado, se perfilan los libertarios de Javier Milei como un probable competidor en la segunda vuelta. En efecto, en dos encuestas, encabezadas con comodidad por Juntos por el Cambio, Avanza Libertad está segunda relegando al Frente de Todos al tercer lugar, algo que parece muy extraño puesto que representaría una caída histórica del peronismo frente a otros partidos que no lo son. O podría interpretarse que la identidad creada por Perón no reconoce una sola conducción y se acomoda con la que más se siente cómoda en lo ideológico o en la construcción de poder.

Es que el peronismo ha ido perdiendo con el kirchnerismo su esencia original, esto es, un capitalismo preferentemente nacional con justicia social y con movilidad ascendente. Por el contrario, el sesgo impreso por la Vicepresidente fue intensificando la naturaleza clientelar que tiene gran parte de los esquemas de poder pero de manera excluyente puesto que a la par de este perfil se fue anulando la intención de crear empleo independiente generador de esa clase media que le dio a la Argentina esa particularidad tan distintiva dentro del contexto de los países latinoamericanos caracterizados por una dualidad social irreductible.

Los argentinos no quieren abandonar esa realidad y en tanto no surja un espacio político que represente mayoritariamente esa sociedad que se ha ido achatando progresivamente con el kirchnerismo, es posible que los votantes busquen otros canales políticos para recuperar ese pasado que los dignificaba.

 La diáspora peronista se hace cada vez más evidente. Según Giacobbe, mientras Cristina K tiene una imagen positiva del 18,8%, (y ese sería su núcleo de votantes que le servirían para preservar la Provincia) Miguel Angel Pichetto la sigue por apenas dos puntos, reuniendo 16,2 puntos, que es bajo aún, pero que ha logrado subir casi diez puntos en un par de meses. Es que el ex senador viene insistiendo desde hace tiempo con valores propios del peronismo ortodoxo como el del capitalismo con justicia social, ascenso social y otras cosas, mientras Cristina solo se limita a pedir más "plan platita", o lo que es lo mismo, emitir para incrementar la clientela política. El pueblo peronista seguramente se siente humillado por este tratamiento político. El otro dato, y siempre suponiendo que la Vice representa a una parte del peronismo, acumula un rechazo del 71,6 por ciento mientras que Pichetto solo reúne una opinión negativa del 37,9 por ciento. Por su congruencia con su referente nacional, el curismo es hoy el principal aliado del Intendente y del PRO, algo que Galli no ha podido cerrar bien con el radicalismo. Espera ver como se resuelva la interna para después armar una estrategia, "pero no nos vamos a meter más", advierten.

Volver a las fuentes

Continuando con el mismo razonamiento, el sondeo refleja otra cosa más: que Alberto Fernández (concibiéndolo como peronista y dejando de lado sus interminables mutaciones) solo reuniría un 8 por ciento de imagen positiva, seguramente justicialista y un 72 por ciento de rechazo, mientras que Sergio Massa, a quien se le podría adjudicar también una percepción del mismo tenor que el Presidente, solo junta un 8 por ciento con un rechazo algo similar. Ambos tienden a desaparecer si no cambian rápidamente sus estrategias. Entonces, parafraseando a San Martín, o el peronismo vuelve a ser peronismo o no será nada.

Finalmente, cabe conjeturar una interna entre Cristina contra una alianza entre Alberto F. y Massa, con un cabeza a cabeza con la Vice pero con mayores posibilidades de crecimiento para este acuerdo entre renovadores y moderados.  

Además ¿no resulta llamativo que Pichetto, reuniendo la ortodoxia peronista-menemista juntaría lo mismo que el Presidente junto con Massa suman? Con el agravante que estos últimos manejan todas las cajas del Gobierno. 

Ausencias llamativas

La oposición presenta números más simétricos. Ser opositor suele tener sus ventajas. Mientras Patricia Bullrich tiene una aceptación del 39,8% y un rechazo del 32%. Mauricio Macri, del mismo partido, muestra una imagen positiva del 28,6% con un 46 % negativa. En tanto Rodríguez Larreta presenta una valoración positiva del 21% con un 45% negativa, esto es, que la gente no parece querer una oposición moderada. Javier Milei, en cambio, es percibido positivamente por el 33,6 % de la población mientras que el 36% lo rechaza.

La gran mayoría, un 66 por ciento quiere preservar las Paso mientras que las palabras "tristeza", "angustia" e "incertidumbre" prevalecen en la nube de sensaciones que expresan los encuestados.

Nuevamente, la oposición con representación parlamentaria, o bien acompañó a un Presupuesto ajustador o acabó avalando con sus ausencias irresponsables a la sesión, la creación de nuevos impuestos (llámese Milei o Stolbizer, por citar algunos). Pero además subas considerables en los impuestos inmobiliarios y en el rubro automotor.

Por otro lado, Sergio Massa y todo el Gobierno terminaron respaldando recortes en salud, educación y otras áreas, mientras Máximo Kirchner y algunos diputados de La Cámpora se corrían para pasarles la factura al albertismo, al massismo y a la misma oposición. ¿Se puede ser tan ingenuo o abandonar su lugar de pelea en circunstancias políticas tan importantes?. Son momentos en los que es preferible ser inteligentes y un poco pícaros que incurrir en una ingenuidad cargada de necedad.

Pero hay algo más. Supuestamente había un acuerdo previo entre el FDT y JxC para cambiar Presupuesto por las Primarias, pero ahora, luego de la celada, La Cámpora presiona por la eliminación de las Paso porque la coyuntura y las mediciones se presentan adversas. ¿Fue una celada, aunque consentida?. 

Compañías

No se sabe por qué pero el Concejo Deliberante local ha dejado de disparar debates y polémicas como antes lo solía hacer. Es posible que la culpa la tenga la grieta porque tanta polarización suele actuar como inhibidor de las discusiones. Lo que pasa en la vida cotidiana se suele repetir, y quizás mucho más, en lo político-institucional. La inminencia del conflicto y la descalificaciones recíprocas genera muchas veces represiones mutuas. 

Si hasta el camporismo, que estuvo dispuesto hace unos años a una mayor apertura de la mano del diputado Valicenti, de pronto comenzó a cerrarse inesperadamente. El diputado había entendido que debían abrirse para crecer y poder llegar a gobernar Olavarría, pero de pronto adoptaron una postura llamativamente cerrada. De eso se quejó hace unos días Patricia Bahl después de haber observado un "cambio de actitud" del diputado provincial. 

Posiblemente, el legislador y jefe de La Cámpora se habría dejado influenciar por los Santellán, socios predilectos de Valicenti, que habrían sopesado el pasado supuestamente reprochable de la ex edil por militar en las filas eseverristas.

Es conocida la aversión que tienen los dirigentes mercantiles por el ex intendente y por su padre contra quienes llevaron a cabo históricamente una suerte de lucha cósmica propia de Manes, pero no el neurólogo radical sino del sabio y religioso persa, de quien deriva el maniqueísmo. 

Es posible que ambos gremialistas cargan aún con la frustración de haber sido derrotados sistemáticamente por los Eseverri y de no haber podido concretar sus sueños de ser diputados o senadores provinciales, aunque ésta es una factura que deberían pasarle directamente el peronismo.

El polvorín azuleño

En Olavarría, el PRO busca afianzar su alianza con el azuleño Hernán Bertellys quien está a punto de quedarse sin representación en el Concejo Deliberante. ¿Por qué?. Porque su anterior aliado y amigo Alejandro Vieyra pidió volver al Concejo para sumarse a su bloque "Nuevo Azul" aunque pidió extender su licencia hasta el 31 de diciembre "por razones personales". Todavía no tuvo respuesta. Los otros cinco ediles de la coalición, los de Podemos (3), radicales (2), GEN (1) y el PRO (2), salvo estos últimos, el resto no le responde como él quisiera.

Ezequiel Galli está obligado a fortalecer la figura de Bertellys, su principal aliado en la Séptima, puesto que el otro referente del PRO, Ramiro Ortiz, no está tan integrado al espacio que los une. Juega "con Jorge Macri", como le gusta aclarar a él, pero apoyaría a Diego Santilli en la Provincia, mucho más que a Cristian Ritondo, lo que le facilita las cosas a Galli. En el resto de la Sección, y con el radicalismo sin definir su interna, cada uno sigue haciendo su juego pero, tal como ocurre en la Nación y en el Frente de Todos, existe de todo menos buenas relaciones y mucho menos unidad.

De todos modos, Galli fue invitado por Mauricio Macri a la presentación de su libro (ya nadie se anima a negar una posible candidatura del ex Presidente) y se reunió "muy amigablemente" con el gobernador Axel Kicillof en su visita a la ciudad.

En tanto, el kirchnerismo azuleño reclama más lugares en la Región Sanitaria Novena y le reprochan a Valicenti haber copado el organismo. Se dice que detrás de la crítica estaría la mano del senador Bucca aunque no se sabe de qué modo.