Daniel Puertas

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Mientras un número aún impreciso de trabajadores del deporte y la cultura esperan con ansiedad una ayuda económica quizá mínima pero imprescindible, en el ambiente político olavarriense se sigue comentando la actitud del intendente Ezequiel Galli de decretar un auxilio similar pero diferente apenas horas antes que concejales y mayores contribuyentes decidieran sobre el Fondo de Emergencia.

Los opositores admitían sin vacilación haber sido sorprendidos por el decreto del Ejecutivo al que en general no le adjudicaban demasiada trascendencia en la práctica.

Durante la sesión emplearon más tiempo en atacar el decreto de Galli que en defender el proyecto propio, del que dijeron que había sido tomado como base para la propuesta oficialista.

Después, cuando el Fondo Especial de Emergencia para Cultura y Deporte ya había sido aprobado algunos llegaban a la conclusión descorazonadora que ese decreto sorpresivo era el preanuncio del veto esperado: "seguro que así espera disminuir el impacto negativo que tendrá el derribar la ordenanza que aprobamos. Les dice a los beneficiarios ''yo les voy a dar algo''. Pero todo eso está en veremos. Sólo quiere ganar tiempo para pagar el menor costo político posible".

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