Cacho Fernández - cfernandez@elpopular.com.ar

Este viernes se cumplieron casi medio siglo de la muerte de un político que paradójicamente, aún alertando sobre las ventajas de la unidad fundamentalmente del movimiento que había fundado, hoy se encuentra en el momento de mayor fragmentación.

Esto ya ocurría cuando regresó al país, y sin embargo la ultraderecha fascista del peronismo le volteaba delante de sus narices al presidente que él mismo había elegido para representarlo. Solo dos meses duró la dupla que inventó y de inmediato sufría el embate de los Lastiri, Lopez Rega, el fascismo gremialista y político y por qué no algunos cómplices policiales y militares que para ese entonces se relamían palpitando el final.

Al peronismo solo le faltaba ser representado por un advenedizo de la política con una delirante como compañera de fórmula que poco a poco va creando las condiciones para un asalto al poder.

El jueves, un dirigente de La Cámpora le ponía un fin a la etapa moderada del Gobierno y anticipaba la candidatura de Cristina Kirchner para 2023.

Lo que dice Larroque no es otra cosa que enunciar explícitamente lo que un sector del kirchnerismo viene "trabajando" desde hace tiempo ante el fracaso estrepitoso de Alberto Fernández con su estilo despersonalizado, ilógico y sin destino. entonces, no es que fracasó la etapa moderada como dice el "Cuervo" Larroque, lo que demostró su ineptitud es un personaje puesto por la regente máxima del kirhnerismo. Por lo tanto, las responsabilidades están compartidas entre la principal electora y el elegido. Entonces, no es que fracasó la supuesta moderación de Fernández sino también que ese fracaso, si es que fuese así, la arrastra también a Cristina K.

Dice Marcelo Bonelli que Cristina le habría dicho al economista Carlos Melconián que Alberto era "un desastre" y que después habría admitido que "yo no sabía que Alberto era así, tan bol...", algo que, como en las parejas, solo se descubre cuando en la convivencia. Cristina, entonces, agotó todo su olfato político cuando armó la fórmula que la devolvió al poder, pero no supo olfatear a quien se llevaba como compañero.

Milagro para Alberto

Lo extraño es que Alberto Fernández, a quien se lo imaginaba como alguien diferente, se desvive por imitar a su regente. Cumple al pie de la letra los deseos de Cristina y todo lo que él intuye que le podría gustar. En eso es un intuitivo y sabe presuponer los deseos de su jefa.

Esta vez, no se sabe si para agasajarla o competir con ella, suspendió todas sus actividades, incluso una reunión de gabinete en un momento en el que el país se incendiaba con un dólar encendido y un riesgo país de 2.500 puntos, se tomó un avión del Estado y lo utilizó para sus asuntos personales, esto es, visitarla a Milagro Sala, una convicta que deja el misterio del porqué se transformó en una heroina para la dupla presidencial.

Para Cristina y para Alberto, la jujeña es una especie de Juana Azurduy rediviva, solo que a ésta no ha salido un jujeño a defenderla ni a pedir por ella. Sería una heroína solo reivindicada por la dupla presidencial que busca ver épica donde solo hay delito.

Lo cierto es que Alberto se otorgó una pequeña tregua en su guerra contra la inflación y se fue a Jujuy a visitar a su paciente preferida. El país naufraga en este cambalache en donde da lo mismo cualquier cosa y todo estuviera permitido.

El cierre

Casi como un clásico de todos los años, municipales y Municipio lograron cerrar la paritaria. En general, los acuerdos llegan sobre el tiempo de descuento, cuando el resultado parece incierto.

Concretamente, la paritaria cerró con un 52 por ciento hasta diciembre, aunque con una clausula de revisión en noviembre y acordando que el gasto de personal debe ser el 59 por ciento como piso del total de ingresos. De tal modo que si se superan los 11 mil millones en el año, ese porcentaje de incidencia ascendería al 72,6 por ciento, siempre y cuando los ingresos lleguen a ese monto.

Si bien, un 59,6 por ciento de los ingresos es un número importante, también es cierto que actúa como doble filo porque se transforma en un índice de referencia para ambas partes. De esa manera, sería el mismo gremio quien cuidaría de no incrementar el número de empleados para no tener que dividir ese mismo monto con nuevos contratados.

Lo que resta ahora es desenganchar los sueldos políticos de los municipales que funcionan como módulos. Es el caso, por ejemplo, de los concejales, problemática que ya tiene sus años y que parece irreversible si no se modifica la ley que dispone tal modalidad. En un momento, ya hace unos años, una edil, con toda la buena voluntad del mundo, propuso desenganchar las dietas legislativas de los sueldos municipales. En ese momento casi la mandan a Afganistán como escarmiento de su osadía justa y solidaria.

Candidatos P y K

En el kirchnerismo existe hoy una enorme multiplicidad de pre-candidatos. Se anotan hoy en esa carrera Federico Aguilera o Maxi Wesner del lado del camporismo, Einar Iguerategui apadrinado por el senador provincial Eduardo "Bali" Bucca, quien además había respaldado en un principio al contador y ex concejal, Sergio Milesi, un dirigente del peronismo ortodoxo que cumplió un rol muy destacado en la negociación de la última paritaria municipal, fundamentalmente en temas relacionados con las finezas del presupuesto y de los ingresos municipales. El gremio, entonces, contó con el asesoramiento de un especialista en estos temas en su diálogo de carácter contable con la contadora y secretaria de Hacienda, Eugenia Bezzoni. El sindicato hubiese estado en una situación muy desfavorable de no contar con la ayuda de Milesi, fundamentalmente para llevar a cabo un intercambio de ideas muy específicas como lo son los números. Y tanto es así que el mismo Intendente reconoció que había sido una buena paritaria para ambas partes, lo que es el máximo que se aspira en una negociación: dejar a todos satisfechos.

Milesi también sería de la carrera para llegar a suceder a Galli, solo que hoy por hoy tiene la dificil tarea de juntar peronismo que no sea K, un sector que o bien está en Juntos, o bien escondido por puro desaliento nomás. 

También Patricia Bahl se lanza a la pelea aunque con la perspectiva de tener algo para negociar luego en la interna del Frente de Todos. En síntesis, muchos candidatos, cada uno con sus propios matices y respaldos y con la incertidumbre si podrán participar de una Paso, si desde arriba se abre una compulsa semejante y si hay fondos para que cada uno financie la campaña.

¿El turno de Hilario?

Para el Intendente, el aumento no afectará al Presupuesto y reivindicó el aumento salarial para los municipales y la municipalización de los trabajadores de varios servicios que venían siendo tercerizados. Destacó que no se arrepentía de haberlo hecho porque de esa manera se les dio a esos trabajadores la posibilidad de tener cobertura social y derechos que antes no tenían. Parecía un peronista esgrimiendo un discurso lleno de reivindicaciones laborales y justicia social, tanto que al serle observado esa particularidad subrayó que "soy más peronista que varios que cantan la marchita".

No es la primera vez que Ezequiel Galli se ufana de embanderarse con consignas propias de una identidad que se atribuye la monopolización de tales banderas sociales. 

Aunque sostiene que todavía es demasiado prematuro postularse por un nuevo mandato, tampoco descarta esa posibilidad porque, como dijo, "estoy habilitado por la ley para presentarme", lo cual parece casi seguro que va a ser así. De todos modos, por su acercamiento y su apoyo a la candidatura de Horacio Rodríguez Larreta, no habría que descartar un posible cargo político a nivel nacional si es que el Jefe de la Ciudad triunfa y lo llama a su lado. En ese caso, un posible diseño gallista sería preservar el poder municipal con Hilario Galli yendo éste como primer concejal y reemplazándolo en caso de que Ezequiel acepte un eventual lugar en el Gobierno nacional siempre y cuando Rodríguez Larreta sea el futuro heredero de la banda presidencial.

Este sería un posible escenario y posiblemente, la ingeniería electoral también lo incluya a Diego Robbiani ocupando una banca en el Senado provincial en lugar de Alejandro Cellillo quien, por sus malas relaciones con el intendente, saldría a pelearle la intendencia de General Alvear a su correligionario, Ramón "Tito" Capra, dejando su lugar para quien lo sucede en la lista. No se sabe cuántas ganas tiene Cellillo de disputar poder en su pueblo y menos contra un correligionario suyo, pero en política todo puede ser.

Entonces, bingo para Ezequiel Galli y para el PRO, que tendría a uno de sus hombres en la Legislatura, a su secretario de Gobierno en el sillón de Amparo Castro y con él apalancando la gestión de su primo desde la Nación.

Los radicales están convencidos de pelear en general por los municipios pero todavía no han definido ninguna candidatura. Pero sí han dado un primer paso en la defensa de los derechos de los ciudadanos ante las multas de tránsito que tramitan la mayoría de las veces en juzgados muy distantes de la ciudad. Al respecto, el bloque de la UCR presentó un proyecto trabajado en conjunto con otras ciudades vecinas por la creación del Juzgado Administrativo de Infracciones de Tránsito Provincial de Azul. Este tendría su asiento en la ciudad de Olavarría. La idea es contraponer algo a esa manera sospechada de discrecional de recaudar que tiene la Provincia.